Clapper txt_LUCAS CALOMINO_Sep_2019
Clapps!_¿Estabas cerca del lugar al que bombardearon?
Pablo_Sí, muy. Íbamos en un auto escuchando música árabe, como si estuviéramos de fiesta. En un momento noté que los tipos se pusieron serios. Yo les decía que no me jodan. Empezamos a escuchar helicópteros y después aparecieron los zumbidos de los aviones. Nosotros éramos un objetivo concreto en ese momento.
Clapps!_ ¿Sentiste miedo?
Pablo_Demasiado. Me acuerdo de que decidimos pegar la vuelta enseguida, pero vimos todos los bombazos en el horizonte que se iluminaban. Cuando los aviones pasaban creíamos que nos iban a bombardear.
Clapps!_¿Te costó adaptarte de nuevo a la sociedad luego de haber estado en la Franja de Gaza?
Pablo_ Sí, vine muy afectado. Terminé muy enojado. Fui una semana a una playa a pensar, a disfrutar de estar vivo. Estaba frente al mar muy conmocionado, harto de todo. Caminaba, leía y escribía por la noche.
Clapps!_ ¿Volverías?
Pablo_ Siempre digo que no, pero es mentira. Cada vez tengo más ganas de ir. A pesar de que tuve una situación muy tremenda en Israel en la que me interrogaron en una pieza por haber escrito en contra de ellos. De igual manera, quiero volver.
Clapps!_ ¿Fue un interrogatorio bruto?
Pablo_ No, fueron muy amables, son muy profesionales. Una frialdad increíble. No había patoterismo ni nada de eso. Hablaban entre ellos únicamente y yo me comunicaba en inglés. Antes de abordar al avión, ingresan todos menos yo. Me apartaron de la fila y me llevaron a un cuarto con dos computadores donde tenían mis datos y mis notas, alguien leía en español. Tuve que contar todo lo que hice en Grecia en detalle, y obviamente manifestar qué iba a hacer en Israel. Les dije que tenía opiniones en contra del estado israelí, pero expresé que no iba a participar en ninguna actividad en contra de la nación.
Clapps!_ ¿Qué pensaste en ese momento?
Pablo_En un momento dije: váyanse a la puta que lo parió, me vuelvo a Grecia y se van todos a la mierda. De hecho, en Grecia casi me matan. Fui a cubrir las protestas en contra del ajuste del Fondo Monetario Internacional. Me pegaron palazos, trompadas y me patearon. Salí porque me ayudaron, no podía caer. Un extranjero haciendo quilombo es algo muy grave. No me podían noquear, tenía que bancármela de pie. Pensaba que esa piedra no me podía pegar. Una molotov me quemó la oreja. Los gases me perjudicaron todo el aparato respiratorio, estuve tosiendo meses, por lo cual no pude hacer radio.
Clapps!_Estuviste en Vietnam y en los Estados Unidos. Ambos países tuvieron un conflicto bélico en décadas anteriores. ¿Creés que esa guerra pegó fuerte en el alma de los norteamericanos?
Pablo_ Marcó para siempre la historia de Estados Unidos. Vietnam es un complejo, un fantasma que los va a perseguir siempre. Remarcó un antes y un después. Perdieron la batalla con un país que físicamente tiene la superficie de la provincia de Buenos Aires. Pensaron que bombardeando todo, ganaban la guerra. Pero no era suficiente, ellos nunca entendieron por qué se fueron derrotados. Cayeron a partir de una mayor inteligencia, no sabían adónde iban. Yo pude hablar con excombatientes y dijeron que ellos se dieron cuenta a los días que los malos estaban de su lado. Toda una educación con la bandera, la libertad. Pensaban que eran el pueblo elegido, en términos religiosos. Nosotros exportamos democracia y somos los buenos -creían-. A las dos semanas se dan cuenta que son unos hijos de puta. Las cartas que le mandaban a las madres es lo mejor que se puede leer. Porque son pibes educados bajo la propaganda imperialista, los hacían creer que los comunistas comían bebés. Entendieron luego que los vietnamitas únicamente defendían su territorio. Además, la derrota se produce por la opinión pública. Cuando corresponsales de medios grandes le hacen caer todas sus mentiras. Lograron mostrar las atrocidades que producían los norteamericanos. En ese momento, había muchas más posibilidades de hacer una cobertura de guerra desde el periodismo independiente.
Clapps_ ¿Es verdad que los vietnamitas se escondían debajo de los túneles, esperando que pasen los bombardeos, y a la noche reconstruían la ciudad?
Pablo_ Sí yo estuve en los túneles, pero no lo puedo contar, no encuentro la manera de verbalizarlo. Ahí centro el ahogo. Adentro había hospitales, cocinaban, entrenaban. Había gente que estaba un año y medio sin salir. Algunos salían ciegos o con cáncer de pulmón. Estuve media hora, lo hice para poder contarlo, pero no puedo. Toda mi vida estuve soñando con eso, fue parte de uno de los hechos históricos más importantes de la humanidad. Hay conductos como para ratas, que te metés parado y te tapan con una tapa. Desaparecés de la tierra. Los tipos salían de la nada y mataban a todos. Los pilotos destruían una aldea y a los días la volvían a ver construida, no entendían nada. Los yanquis se volvieron locos, los consideraban fantasmas literalmente. Las chicas de 12 o 14 años manejaban de noche por la ruta en el medio de la selva sin luz, llevaban insumos. Bajo los intensos bombardeos. Nunca pudieron determinar dónde atacar. No conocían el territorio. Lo que no entienden tampoco es que hay pueblos que no se dejan pisotear, y prefieren morir antes que arrodillarse. Eso me da esperanza en el género humano.
Clapps!_ Viajaste por 54 países. Eso te permitió un amplio conocimiento político internacional, ¿por qué crees que el mundo observa a Venezuela?
Pablo_Yo siempre pregunto lo siguiente, ¿por qué ponemos la lupa siempre en Venezuela? ¿Por qué somos todos jueces de ese país? ¿Por qué esa nación? Hay diez o veinte lugares en el mundo con los mismos problemas. Les lavaron el cerebro, Venezuela está ahí no porque nos importen los derechos humanos, sino porque nos lo metieron en la cabeza. Países que están mal, que sufren crisis y que tienen violencia son muchísimos. Es Venezuela porque están en contra de los Estados Unidos. Arabia Saudita es un desastre, pero está con los norteamericanos. Eso te lo demuestra la frase del ministro de Nixon: “Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”. Los yanquis lo dicen, no tienen problema. No tengo dudas que si Maduro les da el petróleo y los deja entrar, pasa a ser el gran demócrata y estadista del mundo. Por otra parte, de acuerdo adónde uno vaya, las preguntas son diferentes. En Estados Unidos hay 50 millones de pobres. Me han corrido personas en pleno Nueva York y San ¿No lo ven? Ocultan la verdad, en el mejor de los casos, o mienten.
Clapps!_¿Se ven en Estados Unidos situaciones de pobreza, violencia, inseguridad?
Pablo_Demasiadas. He visto cosas en Los Ángeles increíbles. La primera vez que fui, en Hollywood Boulevard, iba caminando y me encontré un panorama impactante: policías, helicópteros, gente armada. Pensé que era un crimen, pero no, era la puerta de un boliche. Un operativo magnífico, simplemente para controlar la puerta a un sitio de fiestas. Hay 124 bandas que son como ejércitos, cuando hay ajustes de cuentas se hacen como guerras. Es durísimo Estados Unidos, un país muy violento y muchas diferencias sociales graves. Cuando hablan de la grieta como si fuera algo argentino me enojo. ¿De qué me están hablando? En la primera potencia mundial las diferencias también existen, tienen más pobres que toda la población argentina.
Clapps!_¿Te parece magnífico como Estados Unidos vende su estilo de país al resto del mundo?
Pablo_Los admiro profundamente. La gente va a ese país y ve las películas, no ve la realidad. Lo hacen tan bien, tan maravilloso. Yo digo siempre que es una gran potencia cultural. Han hecho algo tan alucinante. Le vendieron al mundo una imagen tan poderosa, tan seductora, que la gente va y reafirma lo que ya tiene en la cabeza, no lo que ve. La ficción siempre es más poderosa que la realidad. Yo creo que eso empieza a ocurrir después del prestigio que obtienen al ganar la segunda Guerra Mundial. Logran ser vistos como un ejemplo para todos.
Clapps!_¿Siempre que viajaste trataste de verle la otra cara a las cosas?
Pablo_Hay dos planteos que me dan vuelta en la cabeza. Primero, si el turismo es posible a esta altura. Por la globalización, por la mercantilización, porque todos los lugares se parecen demasiado ya. La primera pregunta es si tiene sentido viajar. Después fui más allá, y descubrí que los turistas somos como invasores. Viajar es espantoso, humillante, incómodo, aburrido. Es todo como una maqueta colocada para el extranjero. Es una puesta en escena. Los propulsores fueron los estadounidenses, tratan de que no accedas nunca a la realidad. Cada vez se hace más difícil, para mí el turismo no es posible. Llega un momento en el que te das cuenta de que no sólo no conocés el lugar, sino que lo desconocés. Mejor quédate en tu casa y vas a aprender más informándote y razonando. Si no hacés un tour en el que te llevan como ovejitas, vas a evitar las cosas que te quieran meter en la cabeza. El viaje igualmente aún vale la pena intentarlo. Te van a presentar la maqueta, vos tenés que ingeniártela para dar la vuelta y ver qué hay detrás de esa escena que te proponen.
Clapps!_ ¿Los que vienen de Europa a Argentina se encuentran con el mismo panorama?
Pablo_ Claro que sí. Los europeos están llenos de europeidad, de egocentrismo. Poseen una superioridad que les impide ver las cosas. Esto en términos generales, claro. Desde mi punto de vista, están condenados a la ignorancia, tienen muchísimos problemas. Argentina es tan difícil que ni nosotros la entendemos. Yo di un ciclo de conferencia en Italia sobre el peronismo. Empecé diciendo: “No tengan ninguna esperanza ustedes italianos, de entender qué es el peronismo”. Muy pocos argentinos lo entienden. La educación de Europa es muy centrada en ellos mismos. Tienen escasas posibilidad de entender.
Clapps!_ ¿En qué va a consistir el nuevo libro que estás escribiendo?
Pablo_El libro nuevo cuenta diferentes situaciones, personajes y escenas que transcurren en las dos ciudades más grandes de Vietnam. Cosas que sucedieron allí mechadas con recuerdos de la guerra. Es una crónica de los fantasmas del conflicto. Para mi generación y para mi formación política fue una batalla muy importante. Se va a publicar a principios del año que viene, en marzo o abril. Va a tener poesía y algunas prosas mezcladas. Si no me propone un nuevo nombre la editora, va a tener un nombre simple: Vietnam.