Clapper txt_VANESA SALOMÓN_Ago_2019

La psicología holística es una forma de escuchar y trabajar el sufrimiento por el que atraviesa el cuerpo/mente humano. Es una práctica poco común en Argentina y esto se debe a que es una disciplina muy reciente siendo pocos los psicólogos holísticos que la trabajan en nuestra ciudad. No obstante, por fuera de lo que es nuestro país, la PH está en auge en todo lo que es el continente europeo, donde los psicólogos la ejercen hace mucho más tiempo y se los considera como pioneros en la apertura de esta disciplina, y en su forma de abordarla, más abocada hacia la integridad de la persona y menos hacia lo ortodoxo.

Clapps!_ Qué te llevo a tomar la decisión de especializarte en el área de la psicología holística?

Antonella_ Fue muy difícil ese trance porque venía de una formación en una carrera que es muy prohibitiva, en muchos aspectos, y que tilda a muchos campos de falsos y de no científicos. Entonces para mí fue un gran dilema pasar por ahí. Pero la decisión la tome a raíz de una experiencia clave que fue una visita que tuve por el 2017 a un reconocido sanador de Villa Guillermina. Pascual, se llama, algo similar al padre Ignacio (Rosario), donde va mucha gente a visitarlo. Antes de conocerlo mi pensamiento interno fue “Voy a tener tres preguntas muy claras para hacerle y quiero ver cómo me las responde”, para tomar una decisión. Apuesto en esa dirección de la PH, o sigo trabajando en la línea tradicional y conservadora. Y ese día, recuerdo, había una fila muy larga de gente, como decirte fácil 800 personas esperando a ser atendidas por este sanador. Lo que hacía, simplemente, era recibir a la gente que transitaba en fila en una pequeña habitación, donde no sabías que pasaba dentro y con qué te podías encontrar. Pero lo que si sabía era estas tres preguntas que iba a hacerle, que eran: a qué me iba a dedicar en el futuro, una pregunta que tenía que ver con mi situación de pareja en ese momento, y una situación de salud muy concreta que estaba transitando también. Cuando entro, no sólo no me permitió hablar, sino que inmediatamente que me acerco él empieza a untarme con aceite, me toma del cuello, y mientras me habla, sin que yo le dijera absolutamente una palabra, me responde al pie y bien claro las tres preguntas que tenía en mi mente; me acomoda el atlas (la zona superior de la columna) con un movimiento puntual y me aconseja acerca de mi estado de salud. Cuando salgo de allí, por supuesto, mi respuesta a esa situación fue el llanto porque nunca había experimentado nada igual. Sumado a que esa persona no me conocía, y ni siquiera había escuchado una palabra de mi boca, pero me había respondido las tres preguntas de una manera- no solamente ajustada y acertada- sino que automática. Algo que en términos lógicos, era completamente inexplicable. Después de esa situación es cuando tomo la decisión de encaminarme hacia la integración y empiezo a entender que este sanador contaba con la capacidad para canalizar la energía de los mensajes, es decir, que tenía la suficiencia no sólo de escuchar a sus guías espirituales, sino también, a los de la persona que atendía.

Clapps!_¿Se puede considerar esta rama como otra visión de los problemas emocionales?

Antonella_ Sí, en realidad integra los conocimientos más occidentales con las herencias espirituales y filosóficas de oriente y de las culturas ancestrales. Lo que intenta es abordar mucho más que lo emocional, pretende afrontar la comprensión y tratamiento del cuerpo físico, de las emociones, del pensamiento y de todo aquello con lo que estos registros conectan. Y ahí incluimos todo lo que tiene que ver con los campos de energía, es decir, nosotros, quienes intentamos integrar por lo menos la psicología con todas las filosofías y las practicas espirituales “holísticas”, concebimos al ser humano como un ser siempre multidimensional. Un ser que habita un espacio y tiempo multidimensional, siempre trayendo lo que la misma ciencia empezó a demostrar con la aparición de todo lo que es la línea de la física cuántica y por tanto de la mística cuántica. Donde se empiezan a demostrar y generar hipótesis acerca de esta posibilidad, de que en realidad existamos acá, pero también existamos paralelamente en otras formas o lugares que todavía no somos capaces de captar. Y así como nosotros entendemos que tenemos este cuerpo físico del cual gestamos una imagen mental, también tenemos muchas más dimensiones, por ejemplo: la dimensión celular, la de los órganos, la de los tejidos, la del cuerpo mismo, y por tanto la dimensión atómica. Entonces nuestro cuerpo físico es multidimensional, es decir, que existimos en variadas formas. Del mismo modo que también se empezó a fotografiar todo lo que tiene que ver con los campos magnéticos de nuestro cuerpo , donde se sabe que la tierra también tiene un cuerpo energético y entonces es ahí, donde nos empezamos a preguntar cómo funcionan estos cuerpos que no vemos a simple vista, y cómo interaccionan, eso es lo más interesante. Y justamente con todo esto proveniente de las nuevas formas de la ciencia y de estos nuevos paradigmas que a mí me permitieron cruzar todos estos campos de lo espiritual con la psicología. Personalmente me encuentro con la línea de Víktor Frankl, que fue discípulo de Freud, y se animó a contradecir a su maestro y a gestar su propia forma, donde empieza a incluir todo lo que tiene que ver con el inconsciente espiritual. Frankl empieza a pensar el tratamiento de las personas en función de la potencialidad, y ya no en función de todo lo que tiene que ver con aquello que hace foco sólo en lo que las enferma. Dado que es importante empezar a escucharlas como una persona en potencia, que está a punto de desplegar todo lo que puede ser y está siendo en ese momento. Siempre en posibilidad, en potencial, donde constantemente hay algo más que la persona puede elaborar. Y eso requiere que el terapeuta habite una posición más de creyente, es decir, que confíe y se posicione desde un lugar más predestinado a la fe. Donde los efectos, cuando un terapeuta es capaz de escuchar desde ese lugar, son de salud. Y siempre volviendo a esto de que la práctica siempre ordena aquel modo en el que trabajamos, ya que es una práctica que se ordena así misma todo el tiempo. Creo que hay cuestiones que deben ser evaluadas y pensadas por los resultados, en este sentido de empezar a integrar esta forma de ver al ser humano y escuchar su sufrimiento. Algo que a mí me ha generado resultados que de otra manera no podrían haber sido logrados. Y empezar también a cuestionar esta tendencia de muchos profesionales de eternizar el problema y las terapias, generando una especie de gran corporación psicoanalítica sobre todo acá en argentina. Cuando en realidad, lo que se necesita es una posición más humana donde la sensibilidad del terapeuta también cuente, sin que eso viole todo lo que tiene que ver con la abstención terapéutica.

Clapps!_ A tu entender, ¿cuál sería el objetivo fundamental de esta práctica?

Antonella_ Cuando escucho a una persona, o cuando ésta se acerca al consultorio y pautamos o acordamos un proceso de tratamiento, mi objetivo primordial es que logre conectarse con su maestría interior. Un poco poéticamente hablando, un poco como dirección real de práctica, donde todo el tiempo hay un empuje muy importante. Para que la persona logre escucharse a sí misma y encontrar esos recursos que siente que le faltan pero que ya están, sólo tiene que verlos y hacer conciencia de ellos. Me parece que un poco mi práctica hoy, como la vengo desarrollando, tiene que ver con eso, con que la persona sepa que aquello que viene a buscar no es lo que necesita, sino que ya está adentro y que aprenda a usarlo a la vez que logre una especie de maestría personal . Sin forjar y a su vez, tirando por la borda, esta idea de que para realizar ciertas cosas tenemos que acudir al otro, desmitificar este gran otro, que pareciera tener todo el saber de lo qué a mí me pasa y de cómo yo debería resolver esto. Para empezar o para construir, junto a la persona, una dirección más hacia uno mismo; sin que eso caiga en el egoísmo de no necesitar del lazo social, claro está.

Clapps!_¿Cómo es el modo de trabajo que llevas adelante en este tipo de terapia?

Antonella_ Siempre para cada persona la forma que toma el dispositivo es particular. Aprendí a descontracturar la forma en que escucho, y si bien, siempre hay un mínimo de lineamiento de fondo (que tiene que ver con ciertos principios necesarios para cuidar la integridad de la persona y por supuesto la integridad del terapeuta), hay que saber que cada tratamiento es distinto y como dice un gran maestro Gerónimo Acevedo- uno de mis referentes en el tiempo en que me forme en logoterapia – “si tratamos a dos personas de la misma manera, de algo vamos a estar seguros: a alguna de esas personas la estamos tratando mal”, puesto que nunca es la misma forma para dos personas distintas. Sí, lo que uno va estableciendo en una primera entrevista, son los puntos de trabajo que al principio siempre suelen ser superficiales, o sea parecen ser unos y después terminan siendo otros. Y a medida que va transitando ese encuentro de dialogo y de interacción con la persona, si, ya se van integrando técnicas más protocolizadas que tienen que ver con técnicas que hoy circulan como complementarias. Muchas de ellas ya avaladas por la Organización Mundial de la Salud públicamente, como el reiki. Particularmente, trabajo mucho integrando una línea de práctica energética que es la de Master Choa Kok Sui. Filipino que fundó el Instituto para los Estudios de la Salud en Filipinas, y se ha ocupado de dejar maestros a cargo de expandir alrededor de todo el globo estas prácticas energéticas que están muy fundamentadas científicamente; además de recabar testimonios. Algo que para quienes la realizamos siempre es muy importante fundamentarlas. Hoy, esta forma de tratamiento que tiene múltiples niveles, está siendo enseñada en la Facultad de Ciencias Médicas de nuestra ciudad. Lo cual festejo y celebro, además de que también en los posgrado de medicina están instruyéndose en todo lo que es la sanación pránica , del mismo modo que forman gente en flores de bach , en la terapia reiki , en terapia con cuencos . Y va a seguir expandiéndose porque no hay otra dirección posible; y la gente se mejora y deja de depender del tratamiento.

Clapps!_¿Qué es lo que la diferencia de otras psicoterapias?

Antonella_ Que intenta integrar una visión lo más amplia posible de la existencia de las personas. Y que sobre todo apunta esencialmente a que la persona entienda que todo lo que siente y necesita justamente está dentro suyo. Me parece que eso genera una diferencia. Y que integra el espíritu, hoy si uno revisa las formas o las líneas de psicología más convencionales y ortodoxas no sólo no conciben la existencia del espíritu, sino que no piensan la posibilidad de que eso determine o influencie el sufrimiento.

Clapps!_Y en cuanto al transcurso de la terapia, ¿consta de un proceso lineal?

Antonella_ Depende cada persona, eso vuelve a relacionarse con la forma que tiene el dispositivo. Hay gente que viene a consulta hace dos años, como hay personas que han transitado 3 meses de trabajo y al tercer mes y un día la propuesta fue: “bueno vos vení cuando lo necesites porque me parece que hemos logrado el punto de llegada que nos interesaba”. En muchos casos sucede que las personas están acostumbradas a ir al psicólogo como van al baño. Es algo así como “tengo que ir a pagar las cuentas, ir al psicólogo, hago la cama, voy a trabajar etc.”, está todo muy naturalizado. Antes no se iba al psicólogo porque era para “locos”. Hoy si no vas al psicólogo, “sos un pichi” (risas de fondo), y me parece que eso debe ser fuertemente cuestionado. Me ha pasado que ha llegado gente a la consulta donde realmente no había una disposición (no me refiero a una disposición consciente sino inconsciente al tratamiento), donde nosotros decimos que para iniciar un tratamiento es necesario construir lo que llamamos síntoma de trasferencia. De modo que uno logra edificar un tema de trabajo y genera un enlace al terapeuta de confianza. También muchas personas que vienen y plantean un motivo inicial de consulta, pero ante la escena que se plantea en el dialogo de que hay cuestiones que hay que empezar a repensar, hay una resistencia muy fuerte a repensarlas, y no quieren. Entonces la pregunta es: ¿para qué venís? También me ha tocado mandar a la gente a reveer su decisión de iniciar un tratamiento porque no siempre se está en condiciones de empezar uno. En otros casos lo que sucede es que es necesaria la derivación, en base a cómo transita el proceso el paciente; contar con otros colegas, contar otras disciplinas. Entonces no siempre el esquema de terminación o de tiempo o duración de un tratamiento va a ser el mismo.

Clapps!_Por último, ¿Cómo te das cuenta cuando un paciente ya está bien, es decir, cuándo sentís que podés darle de alta?

Antonella_ Porque en algún punto la persona llega a un nivel de autoanálisis y de comprensión de lo que le está pasando muy claro. Logra pasar y/o expresar aquello que a principios de su trabajo sufría profundamente, a un estado de chiste. Es como que empieza a reírse de esa contingencia y a entenderla desde otra tonalidad, donde ya se la ve venir y arma la forma en la que va a responder. Una forma saludable que incluso le permite a la persona justamente ejercer su propia maestría sobre sí mismo y actuar sobre ella. En tiempos donde todo lo normal parece ser el tratamiento prolongado y unidireccional. Estas nuevas terapias vienen a romper con la vieja escuela y a resaltar, que lo escéptico, solo es un impedimento más.