Clapper txt_María Sol Muñoz

Anteojos de sol negros, pelo perfectamente peinado de color blanco, camisa con cuello alto almidonado. ¿Quién era el llamado káiser? El rigor y la pasión por el trabajo bien hecho fue una de sus mayores características y herencia que obtuvo de su familia. Nacido en Alemania, dejó su país natal para comenzar una carrera que no tuvo final, convirtiéndose en el diseñador más lóngevo al frente de una casa de costura.

Comenzó sus primeros pasos en 1955 como asistente de Pierre Balmain en París, ciudad en la cual decidió pasar su vida. Luego, por tres años, formó parte de la casa Jean Patou, diseñando las dos colecciones anuales. Luego trabajó como director creativo de Chloé.

Karl para Chanel

Karl, prêt-à-porter y Chanel

En los años sesenta las hermanas Fendi lo contrataron para modernizar su línea de pieles. Años más tarde se hizo cargo de la colección prêt-à-porter de la firma, puesto que ocupó hasta su muerte. Pero fue realmente estar al frente de Chanel el trabajo más importante de su vida, cuando decidió tomar las riendas de la maison -que por ese momento estaba a la par de toda la competencia- y logró convertirla en un símbolo de lujo y emblema de Francia.

Karl, para Vans

Como director creativo de Chanel el Grand Palais fue su lugar de encuentro con los aficionados a la firma. Sus desfiles siempre eran los más esperados por el público. Supo convertir el palacio en supermercados chic, manifestaciones feministas, playas paradisíacas o lo que fue su última creación, donde la pasarela fue una pista de nieve por donde pasaron las musas de la marca. Además también se encargaba de las campañas publicitarias como fotógrafo.

Karl para Falabella

Karl, uso de pocos colores

Su estilo se caracterizó por el uso de pocos colores -en la mayoría de sus creaciones solo blanco y negro- las incrustaciones y el bordado de perlas o cristales en la haute couture. Las creaciones de Karl no fueron solo para la alta costura, fue el primer grande de la moda en colaborar con la firma low cost H&M en 2014. Luego la siguieron una colección cápsula para la marca norteamericana Vans y también para la chilena Falabella. Siempre con la misma impronta, piezas en blanco y negro y su imagen inconfundible -como una especie de de logomania- logró llegar a un mayor caudal de público.

En Argentina, el acceso más fácil a sus creaciones se pueden lograr por la firma Falabella, la cual produjo indumentaria tanto para mujeres y hombres, además de accesorios con el sello del káiser.