Clapper txt_Victoria Rotemberg
El Colectivo LGBT se representa en dicha sigla abreviada para generar mayor comodidad al nombrarlo/leerlo. Sin embargo, indagar más nos lleva a interiorizarnos con cada vez más letras que indican más palabras. Y a más palabras, más identidades nombradas. Y a más identidades nombradas, más derechos a conquistar. Se trata de uno de los movimientos que más revoluciona en este último tiempo.
Además de la constante lucha y logros por derechos laborales, la no discriminación, el reconocimiento a la identidad; aparece algo aún mucho más esencial: quiénes/qué somos; quiénes/que queremos ser. Más allá de los cuestionamientos personales que cada unx haga consigx mismx, existen instituciones que, bajo diversos mandatos, denotan una rigidez que poco conoce de reconocimiento de derechos. Así sucede con la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) y el caso de la atleta con hiperandrogenismo, Caster Semenya.
Binarismo, mandato que debe deconstruirse
Las categorías de sexo, científicamente reconocidas en dos formas, se alinearon al género, en donde socialmente se estipulan ciertos mandatos para cada una de esas dos opciones. Sólo dos opciones. Macho o hembra. Hombre o mujer. Desde antes de nacer somos nombradxs/vestidxs/decoradxs con uno u otro color que reafirma e insiste con la lógica binaria.
Judith Butler, filósofa post-estructuralista, escribió entre sus obras “El género en disputa. Feminismo y la subversión de la identidad”. El texto, que data de 1990, refleja los postulados acerca de la teoría queer, el feminismo postmoderno y la evolución hacia la comprensión de la variabilidad de conceptos que nos atraviesan e intentan definirnos.
Para Butler, quienes somos se manifiesta a través del lenguaje, lo cual excede las polaridades hombre/mujer por tratarse de categorías socialmente construidas y por ese motivo son pasibles de repensarse. Y así sucede en la biología misma. ¿Cómo definir a aquellas personas que nacen cromosomáticamente diferente a las combinaciones XX y XY? ¿Es necesario “corregir el error”? ¿Para quién? ¿Qué sucede si las personas deciden conservar aquello con lo que nacieron, aunque rompa la norma?
Binarismo, reconocimiento en el deporte
La constante deconstrucción acompaña a la ruptura de mandatos en todos los ámbitos de la vida de las personas. En la familia, en el trabajo, en la escuela. E incluso en el deporte mismo. La cuestión llegó a los organismos más altos, en donde ciertas leyes generaron arduos debates que, en varios casos, aún no han tenido resolución. Tal es la situación de Caster Semenya, reconocida bicampeona olímpica en 800 metros nacida en Sudáfrica. La joven de 28 años produce altos niveles de testosterona de manera natural, por lo cual la IAAF reglamentó en su última edición que quienes posean estas características, deberán reducir sus niveles de hormonas a la mitad. ¿Cómo? A través de la ingesta de anticonceptivos hormonales.
Para la IAAF, Semenya genera una desventaja en sus contrincantes. Sin embargo, con diferentes estudios en mano, el gobierno de Sudáfrica decidió apoyar a su atleta ya que la joven pidió no ser sometida a esta situación. “Naturalmente Superior” es el nombre de la campaña, con la cual recurrió al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), quienes dispondrán la resolución final del caso con fecha límite el 26 de marzo.
Binarismo, cuestionar desde la ciencia
El Licenciado en Educación Física con orientación en Ciencias del Ejercicio, Gerardo Mirizio, habló con Clapps! y manifestó su postura al respecto: “Los resultados de los estudios científicos que utiliza la IAAF para respaldar sus normativas indican diferencias en el rendimiento de atletas femeninas con mayores diferencias en las concentraciones de testosterona libre que van desde 2,73 a 1,78% para pruebas de 400 y 800 m, respectivamente. ¿Son estos valores suficientes para explicar la adquisición de una medalla olímpica?”.
Ante ello, el profesional agregó: “Lejos de tratarse de un debate científico-médico, este caso nos muestra un escenario favorable para indagar sobre el modo fundamental de relación entre poder, saber y sexualidad”. Ante tal escenario, Mirizio comentó que, estrógeno y testosterona, son hormonas sexuales que poseen efecto sobre la salud ósea y cardiovascular. Su deficiencia en mujeres puede conducir a la menopausia o a un incremento en el riesgo de fracturas óseas.
Los atletas de elite, destacó el especialista, son todos “naturalmente superiores”. Es por ello que poseen distintas cualidades biológicas que los diferencian del resto de las personas. Una de ellas es la variación hormonal natural. Además del hiperandrogenismo, causado por niveles excesivos de testosterona en mujeres, existen otras condiciones hormonales como la acromegalia, causada por secreción excesiva de la hormona de crecimiento, que puede beneficiar a basquetbolistas.
Sin embargo, nada de ello es condición suficiente para ganar una competencia. Dutee Chand, atleta con hiperandrogenismo, no superó la primera serie de 100 metros en Londres 2012. ¿Qué es entonces lo que realmente molesta en Caster y tantxs otrxs no concebidxs desde un binarismo? Binarismo que, hoy, comienza a agrietarse y dar paso a más identidades y derechos.