Clapper txt_Nicolás Eliceche_Nov_2018
El sábado, aprovechando el lindo día, decidimos ir a dar una vuelta por la ciudad mientras una playlist aleatoria sonaba en el auricular. Caminamos un buen rato mientras el sol del mediodía pegaba como si fuera verano, pero en un momento algo nos hizo frenar. Los Cuentos de la Buena Pipa comenzaron a sonar en nuestros oídos. Sin darnos cuenta, estábamos pasando por la puerta de Bazar, el estudio de ellos. Como un designio del Dios del Rock o simplemente una casualidad estábamos escuchando el último disco de ellos en la puerta de su “bunker”.
Recordamos que el próximo viernes 10 de noviembre festejarán los 10 años de existencia con un show único en Mono. No lo dudamos, tocamos el timbre con la expectativa que haya alguien para poder charlar un poco sobre la década de música de Los Cuentos de la Buena Pipa. Por suerte el Colo, cantante de la banda, estaba allí, y con una gran sonrisa y unos mates nos invitos a pasar.
Bazar está ubicado en una zona por la cual no pasan muchos colectivos ni tráfico ruidoso, además queda al final de un pasillo dando al centro de manzana, todo esto hace posible que dentro del estudio y la casa de Los Cuentos se viva un microclima único. De por si apenas entramos pudimos apreciar el patio con pasto y una parrilla grande que seguro fue testigo de muchas creaciones de la banda.
El estudio es relativamente nuevo, todo diseñado y llevado adelante por Los Cuentos, el Colo nos contó que antes de ser una sala iba a ser un quincho, pero decidieron crear allí su propio espacio de trabajo. Tras muchos trabajos para poder acustizar el lugar, el resultado es excelente. Una vez que estuvo listo el mate y después de charlar un rato comenzamos a una entrevista que duro un rato largo, acá les compartimos un poco de lo que fue.
Clapps!_ Contános un poco del inicio de la banda
Colo_Llegamos a ser 13 integrantes, ni siquiera queríamos ser una banda cuando arrancamos, nunca fue el objetivo: hagamos una banda de rock. Estábamos probando. Había actores y guiones, sumábamos gente todo el tiempo. Queríamos probar otras herramientas y nos costaba mucho. A ver, ya está todo inventado, no vamos a inventar nada, y esa era la mirada que nos bajaba desde la experiencia de gente más grande. Y tenían razón en parte, porque nosotros estábamos haciendo nuestra experiencia y aprendimos.
Clapps!_ Y en qué momento deciden dejar de ser tantos y ser más “una banda”.
Colo_Con El Laberinto (último disco de estudio), ya éramos una banda. Ahí dejamos de ensayar teatro y nos concentramos 100 % en hacer música.
Clapps!_ ¿Ese cambio fue premeditado?
Colo_Se fue dando. Nosotros cuando éramos 13 cualquiera que tenía ganas de hacer algo lo metíamos. Bailar, presentar, dibujar, video, actores, músicos. Y después en un momento la parte musical de alguna manera se fue, no profesionalizando, sino que nos fuimos preparando más los músicos y empezó a fluir mucho. Empezaron a salir canciones y al final era como el “departamento teatro” y el “departamento música”. La música fluía re bien, empezamos a grabar los discos y se fue dando.
Clapps!_ ¿Cómo es el proceso compositivo?
Colo_Todo zapado. Se improvisa y se graba. Después se pasan las improvisaciones y se eligen. Hay algunas “canciones” pero… El disco nuevo por ejempl. Nosotros nos fuimos a Timbúes, alquilamos una casita y estuvimos 5 días zapando. Y nos trajimos 90 pistas, es decir canciones zapadas. Repartimos y elegimos 25.
En ese momento un destello de luz rojizo me llamo la atención, el Colo me dijo que alguien había tocado el timbre. Esa luz es la forma de enterarse cuando alguien está en la puerta mientras ellos están grabando o ensayando aislados en Bazar. Mientras esperé unos minutos que fuera a fijarse quien era, recorrí con la mirada nuevamente el estudio maravillado. Flyers y calcomanías de distintas bandas adornaban las paredes, los cables cruzaban de manera ordenada el piso hasta llegar a los diferentes instrumentos y amplificadores que había en la sala. Los instrumentos parados nos tentaban para pararnos y ponernos a tocar algo como si supiéramos. Todo iluminado con la luz del sol que ingresaba por las ventanas que tenía Bazar y que daban al patio con parrillero que vimos cuando entrabamos. Estábamos solos en el lugar donde nacía la música de Los Cuentos, se respiraba el aire creativo.
Clapps! ¿Que nos espera el próximo sábado en Mono?
Colo_Un festejo. Va a ser un show que no hicimos nunca, dos horas o capaz que más. Vamos a invitar gente que paso por la banda, vamos a hacer canciones que no hacíamos más, o sea estamos ensayando canciones viejísimas.
Clapps!_ ¿Cómo se sintieron ensayando su material viejo?
Colo_Sabés que pasa, no le dábamos mucha bola a los discos. Te quería hacer escuchar nuestro primer disco (en ese momento saco el demo de su último disco, y nos puso su primer disco que tiene algunos tracks con poca música y más partes habladas como un cuento) Nosotros creíamos que estábamos grabando The Wall, pero bueno fue una escuela. Aprendimos a grabar, componer, actuar. Pero después vos te das cuenta que el ida y vuelta con la gente es con el disco. Más allá del vivo, al que le gustó la banda tu contacto es el disco. Nosotros entonces entendimos que teníamos que tocarlos.
Los Cuentos se caracterizan por vestir el escenario o lugares donde tocan, pero para poder hacerlo cuentan con personas que forman parte de la banda y no necesariamente son músicos. Esto genera que a la hora de realizar por ejemplo video mapping o juego de luces, quien lo hace es Maia que forma parte hace varios años de Los Cuentos y conoce los temas para poder ir mezclando en vivo. También el Paila es el encargado de plástica, y el Colo nos contó que como el lugar donde ván a tocar el próximo sábado no tiene telón, él está trabajando en una estructura para poder colgar todo.
Clapps!_ ¿Qué momento elegirías de estos últimos 10 años?
Colo_La gira en Chile (contestó sin dudar un instante). Para mí fue un momento muy importante de la banda. Nos fue muy bien, hicimos en un mes la guita para… Nosotros teníamos el disco El Laberinto terminado y necesitábamos editarlo. Nos fuimos medio a probar, y el primer día que pudimos tocar hicimos una calle, armamos la escenografía, pusimos proyecciones y la gente flasheaba. Y no es música de calle.
El primer día tocamos un tema largo que tenemos y cayeron “los pacos” que le llaman, los carabineros y nos fletaron. Agarramos la gorra y el Nico (bajista) dice: “Che loco nos pagamos la nafta del día”. Ahí nos miramos y dijimos: “Bueno a laburar”. Y estuvimos donde se te ocurra, desde teatritos hasta que terminamos en lugares zarpados con público, con gente que quería ver a Los Cuentos. Por suerte también vendimos muchos discos. Cuando uno no está en su ciudad es como que está toda la energía puesta en la banda. Estábamos los músicos, Maia en visuales, el Paila en plástica, el Charly que presentaba. Éramos 9, todos por y para la banda. Tres días antes de volvernos nos chorearon toda la recaudación (dijo riendo), el condimento tragicómico que el cine necesita.
Clapps!_ ¿Proyectaron alguna otra gira así?
Colo_Ahora nos invitaron a un festival en San Martin de los Andes que está muy bueno, pero no queremos ir a la aventura como íbamos antes. Queremos cerrar más fechas antes de ir. El otro día me escribió un loco de Misiones que nos puede cerrar 5 fechas allá. De Brasil nos invitan siempre a un festival, hay un productor que nos vio en Chile, nos invitó 3 años seguidos y el cuarto fuimos. Es una especie de Psicotropía en el sur de Brasil, y la gente la flasheo. De eso ya pasaron 3 años y todavía nos siguen invitando.
Clapps!_ Si tenes que elegir tres temas para recomendar al público, ¿cuáles serían?
Colo_«La del bondi (Así gritó el dictador)» porque es un tema que resume un poco la búsqueda musical, que era esta mezcla del viaje y la cumbia. Es un tema instrumental que me gusta mucho. «Del laberinto despertar sin Dormir». Este tema es como un mini recital de Los Cuentos, porque arranca bien flashero, con atmósfera, clima y termina con bailes. Tambien «Tengo una Vida» la recomiendo.
Clapps!_ ¿Piensan en los climas a la hora de armar el set list?
Colo_Si, para nosotros el baile es fundamental, es como la participación de la gente. Que termine en baile para nosotros es un cierre. A veces se mezcla una especie de pogo saparranchoso. con baile. El batero, cuando lo invitamos a tocar, el loco no lo podía creer. Viene del heavy, es rockero 100%, le gusta mucho el stoner, el post rock, metal. Nos dijo: “ustedes fueron al única banda que me hizo bailar en mi vida”. Nos vio en un Psicotropía y fue la primera vez que bailo con una banda. Para nosotros fue como un halago, porque vos lo ves siempre vestido de negro un vikingo con la remera de Tool.
Luego de unas horas de charla y unos cuantos mates compartidos, le pido que suba un poco el volumen del equipo porque estaba sonando «Willie Elliot», tema de su último disco y que nos gusta mucho. En un momento lo vemos muy concentrado con los ojos entrecerrados, como nos llamó la atención le preguntamos si era porque no le gustaba escucharse, y el respondió: “No, no me gusta, estoy escuchando las mezclas porque estoy trabajando en el próximo disco”. Como una canción de Los Cuentos, la charla pasó por varios estadios, no terminamos bailando porque nos da vergüenza, pero el próximo sábado 10 de noviembre seguro bailaremos en Mono durante el festejo de los 10 años de la banda.