Clapper txt_ELVIO ALCARAZ_Jun_2019

Tres de la tarde en Barrio Cinco Esquinas, un timbre diferente al de los vecinos por tener dibujado una carpa de circo alrededor del botón. Una chica con ojos de mar Caribe nos abre las puertas de la casa. Se presenta, es Irene Ortín, la acróbata que el sábado estará frente a los espectadores. Ingresamos a la casa, y un muchacho interrumpe la preparación de su café para saludar, es Leonardo Carmona, el co-equiper en las disciplinas acrobáticas.

Ella invita con mate y él con café, raro que no compartan la infusión, pero al instante ella aclara que Leo es venezolano y no puede estar sin su preciada bebida. Lo que abre el juego para la primer pregunta. ¿Qué te parece el café argentino? Lo que insta a una respuesta categórica digna de un cafetero de ley, que obviamente toma su elixir traído directamente desde su tierra natal, explicando la diferencia entre los procesos de elaboración de cada país. Obviamente el nuestro es malo, pero bueno, es como ir a Brasil y pretender tomar un vino bueno.

Circo Lumiere, de Venezuela a Rosario

Leonardo nació en Barquisimeto, tercera ciudad más grande de Venezuela, pero a pesar de tener más de dos millones de habitantes, nos cuenta que en su ciudad no hay más que un puñado de cirqueros y unos 40 actores. Es un polo industrial pero que carece de desarrollo artístico, es por eso que en 2010 armó su valija y se vino a la cuna de la bandera a estudiar en la escuela municipal de circo.

Irene, por el contrario, nació en una ciudad que además de ser un polo económico, es una mega fábrica de artistas, en donde cada fin de semana hay más de 40 obras teatrales en escena. Ella es rosarina, también egresada de la escuela de circo. Aquí hacen hincapié en la importancia de esta escuela a nivel global, mencionando la cantidad de personas, que como Leonardo, vienen desde distintos países a nuestra ciudad solo para estudiar las disciplinas circenses.

Circo Lumiere, Les Volátiles para toda la familia

Circo Lumiere es una compañía circense argentino-uruguaya-venezolana formada en 2010 que se dedica a la creación de espectáculos de acrobacia, malabares y humor. En el 2015 dicha compañía crea “Vuelos”, combinando esas tres disciplinas, haciendo énfasis en el humor. Ese número teatral pensado como show callejero fue llevado adelante en cientos de espacios pre-moldeando lo que a principios de este año se concibió como “Les Volátiles”, un espectáculo para toda la familia. Esta nueva función está pensada más para espacios cerrados, como la sala de teatro en la que se presentarán este sábado, pero sin perder la interacción con el público.

Irene y Leonardo explican que el arte callejero se caracteriza justamente por esa participación de los espectadores, el hecho de que los artistas y los asistentes estén al mismo nivel de altura hace que todos tengan el mismo estatus, dado que los actores no se encuentran sobre un pedestal. Su intención desde un principio es que “Les Volátiles” tenga esa misma impronta de participación, buscando que la obra tenga una forma en el desarrollo, pero que no esté todo escrito.

En esta obra cada número de destreza física es intercalado por el humor, haciendo que el cuerpo descanse un instante para encarar la próxima proeza acrobática. Ellos se encargan de dejar en claro esto explícitamente, porque desde su filosofía como artistas de circo, no les interesa mostrarse como superhéroes, como individuos con dones sobrehumanos que nacieron con aptitudes únicas. Todo lo contrario, el mensaje que dejan en claro es que cada persona puede lograr esas acrobacias que parecen fantásticas, porque en realidad no lo son, la realidad es que son aptitudes adquiridas por el fruto de la disciplina, el entrenamiento, la perseverancia y fundamentalmente por la pasión.