Clapper txt_Máximo Mamut_Nov_2018
La noche rosarina pasa por distintas zonas de la ciudad, aunque el epicentro lo componen principalmente el centro y el barrio Pichincha, que durante todo el año cuentan con locales abiertos al público.
Durante el verano la zona costera frente al río que va desde cerca de la Estación Fluvial, es decir frente al Monumento de la Bandera, hasta el balneario La Florida, cuenta con lugares que son muy frecuentados por la gente, ya que la gran mayoría son espacios al aire libre.
Las opciones de salidas nocturnas que ofrece “la Chicago argentina” sin lugar a dudas es muy variada, donde se destacan especialmente los boliches, bares, discos de música electrónica, peñas folklóricas, bares de rock, milongas y tanguerías, bailantas y diversos lugares de movida gay o LGBT.
Con respecto a esta temática, hace poco días atrás surgió una iniciativa que podría generar una ruptura en la relación entre los empresarios de la noche, que sorpresivamente hace referencia a la habilitación de pistas de baile en restaurantes y bares hasta las 4:30 a.m.
Esta nueva ordenanza que se encuentra siendo debatida en el Concejo Deliberante para su posible promulgación, provocó que los dueños de confiterías bailables presentaran sus reparos ante este hecho.
Guillermo Puyo, vocero del sector “bolichero”, ante la consulta de cuáles eran las primeras sensaciones acerca de esta medida, recordó que las discotecas están obligadas por ordenanza a contratar adicionales de policía para custodiar los accesos a los locales. Lo cual generaría que muy probablemente no se pueda cumplir dicho requisito, o por el contrario la ciudad quede muy desprotegida.
Por otra parte, otro aspecto a tener en cuenta son las reglas de convivencia con los vecinos, que indudablemente se verían ultrajadas. Según Puyo, ninguna persona va a querer tener una confitería al lado de su propiedad por innumerables factores, primordialmente por el daño que puede provocar en el valor monetario de estas casas linderas.
Los bolicheros, una actividad que se redujo considerablemente en los últimos años en Rosario, fueron los primeros en plantear su preocupación a través de su vocero, ya que creen que habilitar pistas de baile en locales pequeños podría atentar directamente contra su comercio, veremos qué sucede y cuál es la determinación que toman las autoridades.