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Muchos jóvenes no están dispuestos a atravesar los mismos problemas económicos por los que tuvieron que pasar en algún momento sus padres u otros familiares. Es por eso que la búsqueda de un nuevo estilo de vida, que sea más sencillo y con menos complejidad en el día a día, produce que el número de adolescentes que parte rumbo hacia el exterior sea cada vez mayor. 

Los países más elegidos 

En este proceso de dejar todo de lado para no tener tantos inconvenientes a la hora de progresar, es necesario elegir un destino. La doble ciudadanía es algo privilegiado para aquellos que la poseen, y el viejo continente es la opción de muchos. Además, la región por la que más optan es España, más precisamente la ciudad de Barcelona, dejando en claro que tampoco se quiere tener complicaciones con otros idiomas. 

Algunos arriesgados sacan su boleto a tierras australianas, una nación con hábitos extremadamente distintos a los nuestros. Sin embargo, estos son parte de la minoría, porque los seleccionados en su mayoría terminan siendo las principales potencias económicas: Estados Unidos, Canadá y resto de países europeos. Pocos o casi ningunos escogen a las tierras asiáticas. 

Irse no es sencillo 

Experiencias traumáticas son las que tienen que afrontar aquellos que toman esta decisión, porque está claro que nada de esto es fácil. Las relaciones que crearon en todo este lapso de vida quedan atrás, las costumbres que vieron a diario en las calles ya no están más, y el problema de tener que empezar una vida de cero son algunas de las tantas cosas contra las que tienen que luchar. 

Es por esto que no todos aguantan, y así cómo se van, vuelven. Priorizar lo humano termina siendo a veces inevitable para ciertas personas y el regreso se convierte en algo ineludible. Está claro, que los vínculos que nos rodean son un motor que nos hace funcionar constantemente a pesar de que no lo tengamos tan presente, y a causa de esto, aquello que en un primer momento parecía primordial, va quedando de a poco en un segundo plano. 

La reacción de los medios extranjeros 

Los países que reciben a los argentinos no pasan por alto esta situación y algunos periódicos mundialmente conocidos como el The New York Times o el The Washington Post hicieron en meses anteriores notas referidas a este tema. Es que llama la atención ver a tantos chicos trabajando en diferentes rubros, y en países muy lejanos a los suyos. 

Los datos de los periódicos afirman que cada vez son más los que deciden dejar aquel país que a principios del siglo XX competía contra los líderes actuales por ser una potencia mundial. Los motivos por los que se produce este acontecimiento, según los medios, es por la incertidumbre económica que dice presente en Argentina. La inflación es un punto clave que interviene en este aspecto. 

Testimonios sobre experiencias vividas 

Francesca, Carla y Nicolás de 23, 27 y 30 años de edad, son tres argentinos que decidieron emigrar con destino a Estados Unidos, Italia y España. Los motivos se relacionan en un sólo aspecto: lo económico. «No quiero que la economía sea un problema en mi vida, ni en un futuro ni ahora» expresó Francesca que con tan solo 23 años está viviendo en Nueva York. Además, añadió: «Siempre tuve la posibilidad de irme, porque tengo familiares viviendo acá hace mucho tiempo. La decisión la tomé recién el año pasado. Quizás me arrepiento de haberme venido a temprana edad y sin un título universitario, pero trabajo en un bar y me va realmente bien». 

Cruzando el océano y a miles de kilómetros nos encontramos con Carla y Nicolás. Recientemente instalada en la ciudad de Roma, Carla expresó: «Me costó irme, pero entendí que era lo mejor para mí, tal vez fui un poco egoísta dejando todo, pero lo necesitaba». Ella cuenta con el título de derecho, y está dando los primeros pasos relacionados con la profesión. «Trabajo en un estudio con otros profesionales, la mayoría son italianos, ingresé por una amiga que vive acá desde el 2009″, sostuvo la pergaminense. Y a la hora de hablar sobre su posible vuelta, manifestó: «A veces lo pienso, y creo que voy a volver. No sé cuando, pero lo voy a hacer. No me gusta estar tan alejada de la tierra a la que amo, pero en esta etapa de mi vida lo necesitaba». 

Por otra parte, Nicolás vivió en Barcelona por 3 años, todo ese tiempo estuvo trabajando de camarero en un restaurante, pero las cosas no le fueron fáciles. «Me fui completamente sólo a otro país cuándo tenía 24 años, hoy lo pienso y es una locura, no lo volvería hacer», pronunció y luego agregó: «No tenía en quién apoyarme, estaba solo. Si bien ya había creado vínculos y en lo económico me estaba yendo más o menos bien, no era lo mismo, extrañé demasiado».

En la actualidad volvió a su ciudad natal que es Junín y trabaja en una distribuidora de gaseosas, los problemas con el dinero persisten pero las amistades y la familia están de nuevo con él. Ellos tres han tomado diferentes caminos eligiendo otros países en los cuales desarrollar su vida, a pesar de que Nicolás no aguantó, en un momento se hizo realidad la decisión de abandonar Argentina. Y así como ellos lo hicieron, hay cientos que tienen la intención de irse a probar suerte a otra parte del mundo, con el pensamiento de salvarse financieramente. Es de esta manera que distintas regiones reciben cada vez más seguido a argentinos que arriesgan todo para que el bolsillo no sea un dilema.