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“Las corporaciones tienen cada vez más poder. Se aprovechan de nuestro deseo de tranquilidad, de nuestra resistencia al esfuerzo, de nuestra resistencia al desafío, y creo que, con el tiempo, si no estamos ya allí, interferirán con nuestra capacidad misma de tener pensamiento crítico”, afirma durante el documental David Kaye, Relator Especial de la ONU para la Libertad de Expresión.

En los tiempos que corren, las redes sociales están contaminadas de material que viola sus reglas, que fomenta el odio, la discordia y la violencia. Un material que debe ser eliminado. Por esto, existe en Manila, capital de Filipinas, una oficina a oscuras repleta de pantallas en las cuales un numeroso grupo de empleados se encarga de moderar los contenidos reportados en la web. A través de los ojos de estos moderadores, “The Cleaners” busca analizar el rumbo del contenido virtual y sus consecuencias.

El documental, que fue estrenado a principio de año en el Festival de Cine de Sundace, se centra en la narración de aquellos que pasan sus días mirando propaganda política, videos terroristas, pornografía infantil y amenazas de suicidio a través de una pantalla, con el único fin de marcar los contenidos en dos categorías: ignorar o eliminar. Estas personas están expuestas a ver al menos 25.000 videos y fotos por día. Con el tiempo, la ola gigantesca de imágenes genera problemas de una importante magnitud como lo son la desensibilización, el estrés, la depresión, la ansiedad y hasta síndrome de estrés post-traumático. El contenido que nutre la fuente laboral de los mediadores son impactantes, y son ellos quienes reciben el daño que le evitan al resto de los cibernautas.

Grandes compañías como Facebook, Twitter y Google, contratan el trabajo de vigilancia de contenido a esta empresa radicada en Filipinas, delegándoles a los moderadores el criterio de cuáles contenidos son aptos para ser publicados, y cuáles no.

“The Cleaners”, ¿Hasta qué punto un material sensible es censurable?

Otro punto de crítica del film, radica en el hecho de que estas grandes empresas no sólo censuran material sensible. Cuando los ciudadanos de países atravesados por la guerra no pueden mostrarle al mundo lo que ocurre en su entorno, el conflicto pasa a ignorarse. Es así como otros sectores resultan beneficiados. The Cleaners, plantea de esta manera que cuando se suprimen la democracia, la transparencia y el debate, no se puede ignorar la realidad.

 “Cuando arranqué el documental pensaba que estaba bien que se eliminara el contenido perturbador. Pero ahora tengo una visión más completa, porque ese contenido a veces puede ser de mucha ayuda. ¿Tenemos derecho a no ser perturbados sólo porque somos una sociedad occidental? Yo creo que no”, declaró Hans Block, uno de los directores del film.

“The Cleaners”, ¿Por qué Filipinas?

La concentración de moderadores tiene su centro en Filipinas, y se debe a que la mano de obra allí es muy barata. Lo que supone un peligro, porque se elimina la diversidad, y es importante tener diferentes perspectivas sobre lo que se debe o no publicar.

En Filipinas el 90% de la población es católica y muchos de los moderadores sienten que el trabajo radica en liberar al mundo de los pecados. De hecho, su presidente Rodrigo Duterte, lleva a cabo una política de “limpieza social” en la cual cualquier criminal debe ser eliminado, y todo lo que es malo se debe aniquilar.

Al mismo tiempo, la pobreza en la población del país alcanza casi un 30%, por lo que el trabajo del moderador se presenta como una gran oportunidad para los jóvenes filipinos.