Mine y el recuerdo: el misterio de la habitación secreta, es un cuento filosófico para niños y niñas. La autora es María Belén Campero, las ilustraciones son de Fabricio Caiazza y la fotografía estuvo a cargo de Inés Martino. María Belén comenzó la presentación del libro con la pregunta: ¿Se acuerdan del primer recuerdo? Hubo dudas entre la audiencia y a partir de allí comenzó el debate: ¿Cómo se sabe cuál es el primer recuerdo? ¿Se recuerda sin el relato de los otros? ¿Qué diferencia hay entre recuerdo y memoria? ¿Y qué pasa con los recuerdos de los niños o niñas? Los adultos serán los que en el futuro les relatarán lo que ellos recuerden. “Los que tenemos niños pequeños podemos ver en ellos esos recuerdos que están y dejan de estar”, dice Campero.
Esto es lo que la autora de Mine y el recuerdo quiere lograr: preguntas. En diálogo con María Belén, nos cuenta que el objetivo del cuento es promover el diálogo dentro de la familia. “El libro es un puntapié inicial para comenzar a que los niños pregunten y la familia responda”. Y respecto a los recuerdos, nos responde: “Para saber algo de nuestra historia, si no nos lo cuentan, tenemos que preguntar. Mine es una invitación a reflexionar sobre esas cosas que tienen que ver con cómo se elabora nuestra historia”.
Pero… ¿Qué es la filosofía para niños? Hablamos con David Sumiacher , autor de Prácticas Filosóficas Comparadas, y nos cuenta que en 1969 se escribe en Estados Unidos un primer texto para hacer filosofía en la escuela que tuvo 7 reediciones hasta poder tener un texto para hacer filosofía con niños de 12 años. Y aunque parezca que la filosofía es solo cosa de adultos, Sumiacher nos dice: “hacer historias, cuentos para acercar a los niños a un proceso filosófico es algo que ha estado en todas las culturas durante mucho tiempo”.
“En todas las culturas, a través de cantos, cuentos y leyendas, se han interesado en que los niños se acerquen y entren dentro de una dimensión filosófica que no es conocer a Platon o Aristoteles, sino que es saber que significa relacionarse con el otro, que es soñar, o que es recordar”, agrega David.
Para acompañar la historia están las ilustraciones de Fabricio Caiazza y la fotografía de Inés Martino. “Mine y el recuerdo tiene ilustraciones maravillosas, provocativas. Los planos que utilizan generan que el lector se descoloque un poco”, dice David Sumiacher. Es un libro para niños que los alienta hacer preguntas, para la familia a poder responderlas y también alienta a estar tranquilos en la incertidumbre de filosofar.