Clapper txt_JULIÁN BELLADORE_Ago_2019

El show es un repaso por sus “grandes éxitos”, chistes que podemos ver en videos de Youtube (o en su especial de Netflix “Infantiloide”) en pantuflas desde el sillón de casa, como el mismo Mellera dijo, pero aún así decidimos venir a sorprendernos. Es como esas fiestas de cumpleaños como cuando sos chico. Sabés que va a haber, qué va a pasar, sabés qué te vas a encontrar con la torta, la pelea debajo de la piñata a ver quién agarra la mejor golosina, las papitas, las sorpresitas cuando te vas, y hasta la gallinita rellena de ese líquido asqueroso que estaba adentro. Y aún así íbamos a sorprendernos.

Mellera,todo preparado para la risa incontenible

Así nos sentimos en la Sala Lavardén, como en un cumpleañitos. Sabíamos qué íbamos a ver, pero hubo lugar para la sorpresa. Igual que en las fiestas, como ese tío que tomo un poco demás y estaba bastante alegre, o ese amiguito nuevo que hacíamos que por alguna razón del azar (o no) te hacés compinche todo ese cumple y después tal vez no volvés a ver nunca más.

Son las 20:30 hs. del jueves y la cola para entrar al teatro llega hasta mitad de cuadra, casi todos con su entrada en mano y algunos otros pasando por boletería retirando la suya, que adquirieron por internet previamente. Mientras hace la fila, la gente toma cerveza en latas y come papitas (como en los cumpleañitos). Las puertas se abren y vamos entrando, nos entregan un panfleto escrito por el mismo Luciano Mellera, que nos “sugería”, entre otras cosas, no usar el celular durante el show, que no saquemos fotos, ni filmemos, que ese video de dudosa calidad no lo volveríamos a ver jamás, y que a nuestros seguidores no les importaba tanto, sino estarían en esa sala con nosotros, y cuánta razón tiene!

Mellera, imaginación que no tiene límites

Pasados 15 minutos de las 9 de la noche, comienza el show que durará cerca de 2 horas (y parecerá mucho menos). Luciano, una banqueta, un micrófono y el público, nada más. Como ya dijimos, es un repaso por sus mejores chistes de estos 10 años con el stand-up, mechado con algo de su nuevo repertorio. Además de contar cosas cotidianas con mucha, muchísima chispa, Luciano le mete “surrealismo” a sus historias, y eso lo destaca en el mundo “standapero”.

Un unicornio en una bañera, caballos al revés colgados de camiones, lutos por la muerte de un mosquito. Todo eso, contado con la gracia de Mellera te hace reír, pero además te dispara la imaginación para todos lados. Vinimos a sorprendernos y nos vamos sorprendidos (y con un tremendo dolor de pómulos por habernos reído durante todo el espectáculo).