Clapper txt_VALENTÍN NOÉ_Oct_2019

La nueva película del Joker (“El Guasón” en Hispanoamérica), dirigida por Todd Phillips, se ha convertido en un fenómeno mundial. Estrenada el 3 de octubre pasado en Argentina, ha superado en nuestro país el millón de espectadores en menos de dos semanas de exhibición, y ha recaudado más de 500 millones de dólares a nivel mundial.

La brillante interpretación de Joaquin Phoenix como el Joker, sumada a las actuaciones de Robert De Niro, Frances Conroy, entre otros, dan un imagen despegada de los anteriores Jokers (Cesar Romero, Jack Nicholson, Heath Ledger y Jared Leto), que estaban siempre supeditadas a la figura protagonista de Batman. En el caso de esta nueva película, el villano cobra el rol de protagonista, y despliega toda su locura y frustración.

Recordando a la historia del Joker como todos la conocemos -el maniático archienemigo de Batman que aterroriza a Ciudad Gótica-, la nueva película muestra los inicios del personaje, su juventud y su encuentro con los horrores ocultos de su niñez; vemos a un Joker desconocido sumido en la depresión y en los estratos más olvidados de la ciudad, pero sin una intención clara de hacer el mal, sino al contrario: persiguiendo el sueño de ser comediante y hacer reír a la gente.

En ese sentido, la perversidad desenfrenada del villano no es fruto de su propia locura sino de una sociedad que lo pisotea, lo ridiculiza y lo trata como basura, y que le impide a toda costa la realización de sus proyectos. Los sucesos que siguen sacan a la luz la verdadera cara de una sociedad en que alguien atormentado como el Joker no tiene otro remedio que perder la razón.

Este carácter de Joker iniciático tiene ciertos puntos de conexión con la historia tradicional del personaje, reflejada sobre todo en la aparición de un Bruce Wayne niño y de la consabida historia de su vida como miembro de una familia adinerada. La película deja lugar a una segunda parte, pero a la luz de ciertas secuelas que empañan excelentes primeras películas, no todos creemos que sea buena idea realizar una segunda parte.