FANÁTICA VICIOSA, crónica de una noche caliente y lujuriosa

Fui a una fiesta el sábado pasado que tenía muchas ganas y que estaba ansioso por ir: la Fanática Viciosa. Es un evento que “fusiona multidisciplinas dentro del circuito artístico, creando una atmósfera performativa. Es lo raro, lo que trasciende, lo subversivo”; así decía en la gacetilla que me enviaron. Un evento distinto en la noche rosarina. En Clapps! una crónica en primera persona a cargo de Nicolás Eliceche y fotos exclusivas de Elvio Alcaraz.

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Cuando comencé a escribir sobre el BDSM, la gente de Litoral Kinky me dijo que no debía perderme la próxima edición de la Fanática Viciosa. Por lo tanto, estaba ansioso por ir. Dentro de la fiesta hay distintas intervenciones artísticas, y está “troceada en cuatro partes que se entrelazan al mismo tiempo”: LUJURIA –RITUAL – HORROR –LOCURA. En esta ocasión voy a enfocarme en la LUJURIA que es la temática de #LatSex. También porque ese espacio estaba a cargo de los amigos de Litoral Kinky.

Fanática Viciosa, luces rojas para la lujuria

Ambientada con luces rojas y con poca luz, la habitación de la LUJURIA era la primera apenas ingresabas al evento. Allí había una mesa con todos los elementos y juguetes BDSM para todos aquellos que querían acercarse a jugar un rato y aprender. También había algunas estructuras realizadas por un herrero llamado «Castro El Sucio», éstas eran una jaula en forma de pirámide bastante pequeña a la que se debía entra gateando.

Por otro lado, había 2 caballetes de sumisión en donde podías acostarte y recibir algunos azotes en las nalgas. Por último una especie de estructura de marco de puerta que con cadenas en los 4 ángulos para poder atarse las piernas y las muñecas. Esta última fue bastante utilizada por todxs, parecía que los “morboseaba” la idea de quedar inmovilizadxs y a “merced del o la dominante”.

Fanática Viciosa, nada de fotos sin consentimiento

En todas las paredes había un cartel en donde decía que estaba prohibido sacar fotos sin consentimiento. La verdad que la gente respetó mucho esta premisa, sobre todo porque los elementos llamaban a utilizarlos para posar frente a la cámara. Por mi parte, me quedé un rato sentado en una de las esquinas de la habitación para observar cómo se comportaban las personas que no eran del mundo BDSM. Lo primero que tengo que decir es que la gente fue súper respetuosa en todo momento con lxs que estaban “jugando” con los elementos y liberando sus morbos.

Dije en el párrafo anterior que muchos posaban con los látigos o chokers, pero no los dejaban rápido a los elementos, la gran mayoría preguntaba cómo usarlos o para qué servían. Y muchos más hasta los probaban. Siempre a lo largo de la noche la gente de Litoral Kinky estaba atenta a que nadie se lastime, y les enseñaban a usar los elementos para poder gozar. Eran una especie de maestrxs de ceremonia.

Fanática Viciosa, spankeadxs y wax play

A medida que avanzaba la noche más y más gente se acercaba, y cada vez se animaban a más. Ya sobre el final de la noche las spankeadas (nalgadas con algún elemento) se escuchaban en todo momento. Uno de los momentos culmines fue cuando dos chicxs de Litoral Kinky comenzaron a jugar con cera caliente. Wax Play me enteré que se llama. El cuarto estaba completamente lleno y la gente estaba en roda con lxs chicxs en el medio.

Una de ellxs se sacó su camisa, y con el torso completamente desnudo, dejó que la otra le até las manos con las cuerdas. Shibari, si recuerdan las notas anteriores, se llama la práctica de restricción con sogas. Una vez que tuvo sus manos inmovilizadas se arrodillo y pego su cara al piso dejando toda su espalda descubierta para recibir la cera. Red Velvet fue la encargada de manipular la misma, y por lo que vi es una experta.

La verdad que el wax play llamó muchísimo la atención a todxs los presentes, porque después todos querían sentir el calor de la vela en sus cuerpos. Red Velvet siempre les aclaró a todos que no lo podían hacer con cualquier vela, sino que debían ser especial. Tiene que ser de soja o 100% parafina. Y siempre hacerlo de una distancia alta para ir conociendo el nivel de dolor que soporta la otra persona, pero igualmente dijo que siempre es mejor informarse con alguien que practique wax play para aprender bien.

Fanática Viciosa, el pudor frente a Red Velvet

Obviamente no iba a terminar la noche sin sentir un poco de cera caliente en mi cuerpo, pero debo me dio pudor hacerlo frente a tanta gente, por eso simplemente le pedí a Red Velvet que vuelque un poco en mi antebrazo para sentir las temperaturas. Fue divertido y admito que me quede con ganas de un poco de cera en mi espalda.

Toda la noche hubo gente probando, preguntando y jugando en el espacio de Litoral Kinky en la Fanática Viciosa. Cuando hable con ellos me dijeron que varios preguntaron para luego informarse más, por lo tanto, estaban contentos porque siempre buscan mostrar y dar a conocer el maravilloso mundo del BDSM.

Por mi parte la noche en la Fanática Viciosa no recuerdo muy bien cómo terminó . Mejor dejo la nota acá para no meter la pata. Pero si les aclaro que deben ir a la próxima Fanática viciosa y que si quieren aprender más sobre BDSM acercarse a Litoral Kinky.