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Por decimocuarto año consecutivo, Teatro por la Identidad Rosario propuso una serie de obras destinadas a las escuelas para abrir un espacio de reflexión desde el arte sobre la identidad y la memoria, y ser parte de la búsqueda de las nietas y nietos apropiados durante la dictadura, junto a las Abuelas de Plaza de Mayo. “Cuna de Lobos”, una obra de teatro que juega con los imaginarios colectivos sobre nuestra ciudad y está fuertemente marcada por la coyuntura política y social actual, estuvo anoche en Plataforma Lavardén entre los diferentes espectáculos que se llevaron a cabo. 

La obra que surgió de un espacio de investigación acerca de diferente universos posibles dentro de Rosario, busca mostrar y poner en tensión las construcciones discursivas en las que estamos inmersos. Desde lo cómico, intenta digerir el entretejido de problemáticas actuales que son, en realidad, dramáticas.

La escritora y directora Maru Lorenzo, explica que “paralelamente a lo que fue el campo de investigaciones a través de la improvisación y la construcción actoral, también se dio una investigación por fuera de ese ámbito que tuvo que ver con algo más del orden de lo teórico. Buscamos datos y leímos cosas en relación a diferentes ejes temáticos que tenían que ver con,  por ejemplo: la fertilización asistida, el sindicato de empleadas domésticas, el aborto Legal, Seguro y Gratuito, la compra y venta de jugadores de fútbol, la apropiación de bebés en la época de la dictadura militar. Investigamos también, en cuestiones anecdóticas de personajes y lugares de la ciudad. Eso hace que rápidamente el espectador tenga una referencia en su imaginario para poder empatizar y construir el universo que se le propone.”

Cuna de lobos, nuevo elenco

La obra ya estrenada en 2018, volvió esta vez, con nuevo elenco:  Germán Basta, Charo Colonna, Julieta Lancellotti, Melina Playa, Carolina Casella, Juanchi Vidoletti y Carolina Torres, quienes próximamente harán gira en el marco del programa «Escena santafesina«. La actriz Carolina Torres, reflexiona sobre cómo la pieza logró cautivar al público teniendo en cuenta los tiempos comunicacionales en los que vivimos, en el cual todo sucede de manera simultánea y vertiginosa: “La obra arranca con mucho ritmo, al mismo tiempo que propone información todo el tiempo al espectador de manera muy dinámica lo que hace que, por las característica mismas del teatro que sucede y no podés rebobinar, hace que el espectador esté muy atento desde el comienzo de la pieza. Entras al material o no entras, creo que es una obra sin puntos medios en ese sentido. Y creo que la gran mayoría entra”

La historia transcurre en febrero del 2016, en un country privado de la ciudad de Funes que desde los años 70 cobija a sus fundadores y familias. Dalma es una chica de barrio que ascendió en la escala social. No sólo consiguió tener una empresa con oficina en Puerto Norte sino que también logró enamorar al hijo de una de las familias más prestigiosas del predio: allí compró una casa frente a la laguna. Coincidiendo con su llegada, una sorpresiva invasión de perros siberianos amenaza la paz del clan. La comisión directiva no perderá el tiempo y tomará cartas en el asunto.