“Trabajamos por encontrar esos momentos para celebrar la vida”, afirma Homero Chiavarino, vocalista, guitarrista y acordeonista de la banda de cumbia santafesina Homero y sus Alegres. La gente en Rosario sale a bailar cumbia. Es un ritmo alegre y cuando suena todos quieren asistir a este carnaval para sentir el son y el sonido de los cueros de un tambor.

Homero y sus Alegres posee un estilo al que apodaron “cumbia rocksarina”. Si bien su influencia más grande es la cumbia santafesina, en su sonido se pueden tomar referencias más amplias que van desde Charly García, Los Palmeras, y hasta Los Fabulosos Cadillacs. “Con los Alegres mezclamos mucho la cumbia con otros géneros musicales, el rock, el punk, el reggae, salsa, entre otros. La guitarra nos permite incursionar en nuevos sonidos, dinámicas, quilombos y mucho ruido. Además es el instrumento líder en la cumbia santafesina y chicha de raíz, entonces nos remite también a un sonido más bien de Los Mirlos y Los del Bohio”, nos cuenta.

Esta formación -que está compuesta por voces, güiro, percusión, bajo, teclado y un intercambio entre la guitarra eléctrica y el acordeón- se apropia de la cumbia transformándola y generando una sensación única en el público. El personaje más aclamado: Lidia Crucet, que sale a bailar y a cantar rompiendo el escenario al eco de los gritos de “¡Lidia te amo!”. “El público está muy atento al devenir del show. Sabe que va a bailar mucho, se sorprende todo el tiempo, espera la sorpresa. No se pierden de nada de lo que pasa”.

La cumbia es una manifestación cultural del folclore colombiano, engendra en ella su historia, sus sonidos, sus personas, sus colores, su sabor original. Huevo de Iguana es una formación que se presenta regularmente en Rosario bajo el formato de música tradicional del caribe colombiano. “Este tipo de música folklórica ha permeado a toda Colombia y nos enamoramos de eso, pues tiene un valor identitario y un espíritu muy festivo”, declara Lourdes Garnica, cantante de la banda.

La banda cuenta con una tambora costeña, un tambor alegre, un tambor llamador, maracas y la cantadora. Al tener una voz femenina al frente, no faltan entre sus referencias musicales mujeres que son representantes de este género como: Totó la Momposina, Petrona Martínez y Nelda Piña, entre otras.

En las fiestas en las que actúa Huevo de Iguana se siente en el público una relación muy energética. Se genera un clima de ida y vuelta muy interesante, energía que retroalimenta a la banda con la felicidad que siente la gente al escuchar a la reina de la noche: la cumbia. “Es un intercambio que nos enriquece mucho”, explica Lourdes.

Más allá de su origen colombiano, la repercusión de la cumbia en Argentina es fuerte, llegando hasta a generarse estilos propios, como la cumbia santafesina o la cumbia villera. La mezcla de cumbias bolivianas, peruanas, colombianas y la música melódica- que había por entonces en Argentina- dan como resultado a la cumbia santafesina, moldeada por paisanos e inmigrantes, mezclada  con el tango, la música tropical, y el intenso calor santafesino. Chiavarino expone que “hoy la cumbia forma parte de un paisaje sonoro de una cantidad importantísima de personas y sigue creciendo”.

Con respecto al desprestigio de calidad musical que tiñe a la cumbia, ambos vocalistas reflexionan sobre lo mismo: “La cumbia viene de las clases sociales más bajas, de los patios de tierra de los pescadores y las lavanderas, de los negros y los indios, es un ritmo muy popular y por ello despreciado por los gustos musicales de la alta alcurnia, pero eso no tiene que ver con la calidad musical”, opina Lourdes. Mientras que Homero afirma que “más que desprestigiar a la música se desprestigia a quien la consume. Pasa algo similar con el chamamé y con todas las expresiones populares. Con la cumbia se logra una transmisión de mucha energía con el público; tan fuerte que hace que se transforme en una música de calidad, única e irrepetible”.

En fin, lo cierto es que estas fiestas poseen una convocatoria importante en el paisaje cultural de Rosario, y que este ritmo que se mantiene vigente sigue atrayendo a todos aquellos que no quieran dejar quietas las caderas y moverse y moverse al ritmo de las maracas.