Dentro del abanico de las redes sociales más convocantes, podemos decir que Twitter era la que conservaba mejor su esencia. Algunos cambios en el modo de ver el tweetlist, la aparición de los hilos, la posibilidad de subir videos y fotos adjuntos, y el agregado de 100 caracteres más a los 140 originales. Pero nunca dejó de tratarse de una plataforma para expresarse en bloques pequeños de texto. Hasta ahora.
Elon Musk, el actual y controversial dueño de la red del pajarito, había prometido extender el límite de caracteres una vez más. Y cumplió. Aunque ya no fue un pequeño salto, sino que lo elevó a 4000. Ideal para los que tienen dificultades para redondear las ideas, letal para la concepción clásica del fanático tweetero.
La medida está disponible, por el momento, sólo para las cuentas premium de la red social. Y se suma a otros cambios que el empresario sudafricano aplicó a Twitter, como la división del timeline en “Para ti” y “Seguidos” o la venta del tilde azul de verificación.
Sólo queda esperar cómo reciben la noticia las grandes mayorías de la red. Puede que pase desapercibido, probablemente no. Pero nunca hay que olvidar que la Patria Twittera ha dado vuelta escenarios y medidas mucho más complicadas.