Clappertxt_Daiana Toledo_Abr_2018

Personas en un escenario, abriendo su corazón ante un público. Una juventud espectadora, hermosa y danzarina que canta letras atravesadas por las sensaciones, las emociones, un estado, el infaltable amor, las compañías. “Las situaciones cotidianas son las que nos atraviesan”, define la banda de mendocinos que se radicaron en Buenos Aires hace años a cumplir su sueño, tocar música, y tocar mucho.

Empezó como todo, un grupo de amigos queriendo hacer lo que les gusta y expresarse. Eran tres, hoy son siete, a punto de cumplir ya 11 años. “En todo este tiempo encontramos miles de momentos definitorios que te volantean, sobre todo cuando cumplimos 10 años fue un momento de replantearnos muchas cosas”. Se definen como una banda que muta a ritmo pausado y de historia camaleónica. La incorporación más reciente que han tenido es en los teclados, lo que los llevó a nuevos cambios. “Somos siete personas tratando de encontrar una sola cosa, es un re laburo que al mismo tiempo es como un juego para nosotros, pero se va dando naturalmente, si tuviésemos que planear esos cambios no nos saldría”.


La Nostalgia Soundsystem

Uno de sus discos lleva este nombre. La melancolía definió una etapa muy fuerte de la banda, “desde el principio empezamos haciendo canciones punk, lo que nos quedó de eso fue el palo melancólico”. Sin embargo hace ya un tiempo su necesidad pasa más por divertirse que por el pensamiento solemne. “Ya somos siete y tenemos muchos motivos para festejar, el disco nuevo que viene es más para arriba, pero también siempre tiene un poco de melancolía porque eso también nos caracteriza”.

De una manera sencilla lo explican: “Estar bailando tus penas es lo más lindo que te puede pasar, le estas cantando a algo que te hacia mal y es una manera muy linda y real de procesarlo, si bien podemos tener canciones que dicen cosas tristes te estas sintiendo bien al cantarlas y bailarlas”. La Nostalgia Soundystem es la simbiosis entre la impronta de la tonada nostálgica de sus ritmos folklóricos, y la melancolía que les transmitió apropiarse de la ciudad de Buenos Aires, hechos post punk bailable.

Raíces

La incorporación de sonidos autóctonos de su región viene a significar una suerte de refugio ante la lejanía del hogar, entendiendo al hogar como todo a lo que estaban acostumbrados, los hábitos, las caras, la montaña, la viejita preparando la comida. “Disfrutamos mucho de la ciudad pero también necesitas despertarte y tomarte un mate en el patio. Es la manera de equilibrar un poco el estar de paso en una ciudad llevando adelante un proyecto que es muy importante para nosotros, con esas cosas que nos remiten al lugar de origen”.

La nostalgia de las raíces llegó a ellos con el alejamiento, y encuentran en la música una manera de acortar las distancias. “El primer gran motor de irnos a Bs. As. fue la cantidad de recitales que podíamos tener por meses”. Fueron parte de una de las últimas bandas de Mendoza que necesitó autoexiliarse años atrás para poder visibilizar su trabajo, pero explican que en todo el interior se está dando una movida muy poderosa hoy en día y que internet juega un papel muy importante para poder mostrar eso, sin necesidad de recurrir a las grandes ciudades. “A nosotros lo que nos rinde es poder estar tocando todo el tiempo, estar en movimiento, grabando, creando, y en Bs. As. tuvimos esa chance”.

¿La joyita de la banda? Sus canciones. Melodías para bailar, historias sencillas, la cotidianeidad como bandera natural. Sus influencias son muy amplias pero si hay algo que los une, es la música nacional contemporánea. En medio de la charla nombran a colegas a los cuales admiran y recomiendan, Los Espíritus; Atrás hay Truenos; Los Reyes del Falsete; Los 107 Faunos, y la discográfica Polvo Bureau de Rosario. “Tiene bandas que nos fascinan. Rosario tiene una calidad musical increíble y una escena muy rica, como la tiene también La Plata”.

Consejos de banda a banda

Estos pibes con tonada les brindan tres consejos a aquellas bandas que arrancan, que aman lo que hacen tanto como ellos, y que se preguntan cómo continuar. “Una gran parte del trabajo ya está hecho si tocás con alguien con quien te sientas bien”. Valoran la amistad y la importancia de la complicidad que existe en un grupo de personas al hacer una canción. Tocar con tus amigos es el momento en que todo deja de existir y sos música, a partir de ahí, todo lo demás se va dando”.

Lo segundo, materializar esa comunión. Conseguir una compu, grabar, subirlo a internet y agitarlo. Aprovechar las herramientas que brinda internet para mostrar el trabajo. Finalmente, reflexionan sobre la importancia del esfuerzo. Dedicarle todo tu tiempo a la música, focalizar tus energías en ella, “brindarle todo tu día es esencial, porque o sino se te escapa, perdés el centro. Tenés que darle todo de vos”.

El año pasado se encerraron en una casa de campo de San Nicolás a grabar. De allí surgieron los EP “Nuestra Noche” y “Ciencias Naturales”. Lo que resta es terminar esas grabaciones, lanzar disco nuevo y a dejar que fluya. ”Para nosotros es como salir a perseguir la satisfacción artística y la comunión entre amigos, es como un juego pretencioso que te llena de satisfacción divina, somos grandes afortunados”.