“Es que ya no se puede hacer humor. Siempre ofendés a alguien” fue un estilo de frase conocido en los últimos años en la Argentina. Pareciera que no existía otra fuente de gracia más que reirse de las minorías. Porque, no lo van a poder creer, pero en general esos humoristas tendían levemente a reirse siempre de los más golpeados. Y en ese marco llega una serie a patear el tablero.
Dirigida y protagonizada por Santiago Korovsky y con un elenco con actores de la talla de Pilar Gamboa, Daniel Hendler, Charo Lopez o Martín Garabal, División Palermo retrata un flamante cuerpo inclusivo de la policía de la Ciudad de Buenos Aires. Esta unidad compuesta por personas de distintas minorías intentará imponer el orden con muy buenos modales, mientras todos se siguen burlando de ellos. Tiros, drogas y persecuciones, a la orden del día, como en todo buen policial.
HABÍA UN BOTE CON UN JUDÍO, UN BOLIVIANO QUE HACE STAND UP Y UN CIEGO
En un contexto que parece balancearse entre extremos, Korovsky encuentra el tono adecuado para burlarse tanto de quienes no respetan nada como de quienes encuentran inmaculadas demasiadas cosas. Y lo hace sin malicia, empezando por reirse de sí mismo. El gran logro de División Palermo está en su tono. Todos nos podemos sentir interpelados, todos podemos ver el reflejo de los demás y todos podemos llorar de risa con chistes de una sutileza exquisita.
Si uno tuviera que resumir en una oración la serie, parecería un chiste de los de antes. Hay un judío, una chica en silla de ruedas, un boliviano que hace stand up, un ciego, una chica trans hija de un comisario, un hombre con enanismo, dos gordos y un manco que se hacen policías. Así de grotesco e irónico, pero fino y preciso como una aguja que interpela el tejido social. Así es la nueva serie de Santiago Korovsky.