“Borrar la línea entre la ficción y el documental”

Miralas, en la calle, cargando una bandera, la misma que representa la lucha que se ponen al hombro día a día, la que grita lo que muchas ya no pueden gritar, la que refleja lo que les pasa, lo que nos pasa. Contemplalas, en una asamblea, en un taller, (pre)ocupadas por lo que le ocurre a la que tienen sentada al lado, mancomunando fuerzas para drenar el dolor a través de la construcción colectiva, con innumerables aristas sobre una misma temática, quizás con divergencias, pero con una mirada que apunta a un horizonte, a un paradigma que deje de naturalizar la violencia sobre las ellas, en cualquiera de sus expresiones.

El compromiso está en todas partes, idealizarlo con exclusividad de un ámbito es acotarlo, y cuando lo tracciona la convicción, puede manifestarse en amplias formas. Ni Una Menos en Santa Fe conjuga un gran trabajo artístico, haciendo eje en un flagelo que no discrimina sectores, y que deviene en un producto claro y genuino. “Borrar la línea entre la ficción y el documental”, puntualiza Maria Langhi, productora, directora y guionista del largometraje, como premisa inicial al encarar este proyecto, ganador del concurso Espacio Santafesino allá por el año 2015.

“Pensar que no iba a llegar a hacerlo”

Juliana Morán encarna el rol protagónico de una periodista que denuncia casos de violencia de género a través de testimonios reales de víctimas en la provincia. Esos relatos auguran parte de lo que será su destino, cuando empiece a verse envuelta en el inicio del ciclo de violencia, a manos de un nuevo camarógrafo designado para acompañarla. Allí se plantea la lógica, que junto con el oficio, logran eliminar una brecha y conciben la docuficción. “Lo interesante del relato documental es que hay una cuestión común de pensar que no iba a llegar a hacerlo”, manifiesta María en relación a los testimonios que fueron recopilando, y que coincidían no solo en esta cuestión, sino en más de una que conforman una cadena opresiva y responden al mismo patrón.

El último eslabón de una cadena de violencia

El femicidio se transforma en lo que trasciende por el impacto que genera, pero se trata solo de la punta del iceberg, por eso el trabajo en conjunto apunta a sumergirse un poco y abarcar toda la estructura. “El tema era qué mostrar de cada caso, qué problematizar de cada uno, cómo mostrarlo para manifestar esa desidia de los familiares», explica Langhi, para graficar parte de la responsabilidad que implicaba plasmar todo el material en ochenta y seis minutos. Otras tres guionistas colaboraron en el armado de este rompecabezas, María Quiroga se encargó de la pata ficticia, mientras que Lorena Panzerini abarcó el recorte documental junto con Sonia Tessa, a quien consultamos para conocer sobre la pata periodística.

“Perseguimos el tratamiento correcto de la información, cómo tratarlo para que quede claro que el femicidio es el último eslabón de una cadena de violencia”, clarifica Sonia, detrás de la ardua tarea de seleccionar tan solo ocho casos narrados desde las voces más cercanas a las víctimas. “La otra cuestión era historizar cada relato y marcar el tratamiento en la justicia, que por lo general tiene un rasgo muy patriarcal”, agrega, sin dejar de destacar la relevancia del factor ficticio, al que considera “el hilo conductor entre los capítulos”, y el reflejo de cómo la violencia “puede aparecer en cualquier circunstancia”.

Abarcar la temática de otra manera

Desde padres que tienen que cruzarse con los asesinos de su hija y utilizar chaleco anti balas, hasta familias que no cuentan con tribunales en sus pueblos, “eso se tenía que notar y esos protagonistas tenían que estar”, explica Langhi, que a su vez lamenta la dificultad de llegada del producto a la gente. Las proyecciones se convierten en espacios informativos, con la carga emocional que conlleva a su vez, pero estableciendo un ida y vuelta con el público, casi de carácter educativo, desde una perspectiva didáctica. Una iniciativa que más allá de contar con el constante apoyo de militantes, bien podría contar con el estímulo y promoción de las autoridades, ya que la responsabilidad de cómo nos relacionamos los géneros en esta sociedad, está establecida con cierta jerarquización que viene de arriba hacia abajo.

NI UNA MENOS EN SANTA FE (TRAILER) from Maria Langhi on Vimeo.