Tríptico de la infancia, viaje a la imaginación

Una propuesta que rompe con lo convencional y apunta a lo lúdico, corporal y mental.

Hay en Rosario una opción muy original y divertida para hacer con los niños y sus familias, o con el grupo de la escuela. Es visitar el Tríptico de la Infancia. Se trata de un programa educativo no formal que propone romper con el paradigma tradicional de enseñanza. Creado y sostenido por el gobierno municipal desde 2001, y coordinado por la Secretaría de Cultura, ofrece actividades copadas para aprender jugando. Las entradas son súper accesibles.

Los tres lugares que conforman el tríptico están en distintas zonas de la ciudad. Empiezo por “El Jardín de los Niños”, ubicado en L. Lugones 2290. Es un parque lúdico en el que abundan los juegos, las aventuras, los misterios, construcciones y poesía. Te invita a dejar libre la imaginación y no tener miedo de crear.

Lo componen tres territorios: el de las preguntas con un paseo por la “montañita encantada” (una instalación sonora y laberíntica) que luego de recorrerla te lleva hacia lo mitológico, con simbolismos del agua, la tierra, el aire, el fuego y los seres ficcionales.

El territorio de la invención, está integrado por un taller renacentista en homenaje a Da Vinci, y las máquinas devolar, trepar y soñar. Entre poleas y planos inclinados el cuerpo juega, descubre otros mundos y otras formas de traslado. El tercero es el de la innovación, un edificio semi enterrado en cemento venera las rupturas del arte, el diseño, lo social y político, del Siglo XX.

El otro lado de este triángulo es “La Granja de la Infancia” y está más al oeste de la city, en Avenida Perón al 8000. Era un depósito de basura y chatarra, y lo convirtieron en un lugar para la interacción de la cultura y la naturaleza. Recrea el hábitat del litoral, cuenta con un vivero, una huerta, animales de granja y un lumbricario. Además, tiene espacios cerrados con bibliotecas, videotecas, taller de Ciencias y hasta un bosque de papel. La idea es que los participantes asuman un rol protagónico desde una perspectiva ecológica y social que los haga sentir responsables de los cambios.

Me queda por describir “La Isla de los Inventos”, construida para recuperar el edificio de la Estación Rosario Central en calle Wheelwright 1402. De viejos andenes, boleterías y casa de guarda a instalaciones con juegos, talleres y fábricas. La propuesta es disfrutar de lenguajes, diseños, medios y formatos para llegar a las Ciencias, las artes y las tecnologías. Este centro cultural de la infancia también ofrece a la comunidad espectáculos y presentaciones.

No hay dudas de que es un buen plan conocer el “Tríptico”, un paseo muy entretenido y cargado de experiencias únicas. Una propuesta que rompe con lo convencional y apunta a lo lúdico, corporal y mental. Se ponen en juego las emociones, los valores y las diferentes creencias, logrando imprimir en cada uno conocimientos de un modo curioso pero efectivo.