Clapper txt_Luciana Marioni
Tratando de saber un poco más sobre celiaquía, estuve googleando y me encontré con muchas definiciones científicas o médicas que me aclararon el panorama, pero me aburrieron un toque…perdón! Finalmente, resolví hacer mi propia definición, bastante más sencilla y fácil de entender.
Comienzo corriendo el enfoque, y en vez de presentarla como una enfermedad, digo que es una condición de vida, un cambio en la forma de alimentación del celíaco, ya que el único tratamiento es una dieta libre de gluten. Por supuesto, que debe estar controlado por médicos y nutricionistas, pero creo que definirla así ayuda para asimilarla de una forma más tranqui, sin tanto rollo.
¿Qué es el Gluten?
La persona celíaca tiene intolerancia permanente al gluten, un conjunto de proteínas del trigo, avena, cebada y centeno, que irrita la parte interna de los intestinos e impide la absorción de elementos nutritivos como grasas, carbohidratos, vitaminas, proteínas y algunos minerales, que son esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
No es casual que esté tan de moda en los envases de los alimentos la palabra «Sin TACC». La sigla significa sin trigo, avena, cebada y centeno, y es súper importante que esta leyenda esté bien visible en los envases para que los celíacos identifiquen que pueden consumirlos. Deben tener en cuenta que el gluten puede estar presente en espesantes, colorantes y almidones, por eso es ideal no elegir los productos envasados o procesados.
Ser celíaco, estar informado
La persona celíaca y su entorno deben estar bien informados, sobre todo para poder tomar ciertos cuidados a la hora de manipular los alimentos y evitar la «contaminación cruzada», que se produce cuando éstos entran en contacto con otros ingredientes o superficies donde haya restos de gluten. Es por eso que al celíaco salir a comer lo estresa un poco, pero no se bajoneen, en Rosario ya abrieron algunos restaurantes exclusivos de comidas libres de gluten. Una buena opción para ir en grupo y que todos coman rico y saludable.
Entonces, a no enroscarse si no van con vos las harinas porque te esperan otras alternativas en la góndola del súper y muchas recetas ricas sin T.A.C.C. Y si te llevás mal con la cocina podés pedir tu vianda en los deliverys free de gluten, que ya son parte del mercado. Ser celíaco, como ves, no te impide llevar una vida normal. Hay que cambiar hábitos y no es mágico, obvio, hay que darse tiempo. Pero la vida no está hecha sólo de gluten, no hay excusas…