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Muchos pensarán que las dos, mientras que otros ven prácticamente al tereré como una infusión sin sentido y otros en cambio rechazan el mate por cuestiones de temperatura, pero también están los que les gusta sólo una de las dos cosas. Suele ocurrir a menudo en reuniones de amigos que no concuerdan los gustos o simplemente las ganas de tomar una determinada cosa, y ahí aparece el problema en cuestión.

Los amantes del mate

El mate ya es una costumbre bien argenta, es prácticamente extraño entrar a una casa y que no se vea a una familia compartiendo un mate o simplemente ver la pava en la cocina y la yerba en el frasco, a lo largo del tiempo esta infusión se afianzó pero las sociedades van implementando nuevas formas de consumirlo y quizá más abocado a la juventud aparece el tereré.

Generalmente cuando se les ofrece consumir esta infusión a los amantes del mate, es posible que te lo rechacen y hasta te recuerde algún pariente en un tono bastante sarcástico. Como es una costumbre, y ya un hábito para una gran parte de la sociedad el mate no se abandona ni cuando te estés derritiendo por el calor, tomándolo bien caliente y con el agua casi hirviendo.

Sin dudas una gran parte de los argentinos se sentirán identificado con este tipo de consumidor, más a lo estilo gaucho, sin fallarle a sus principio. Pero, cabe destacar que tantos otros se amoldan a las nuevas costumbres o quizá directamente la prefieren sin consumir el mate en su forma típica.

Opositores a la vieja costumbre

Por otro lado también están los que prefieren tomar tereré o directamente probar con otra infusión o bebida. Esto suele darse porque el consumo de ésta misma es muy refrescante durante el verano, y además como suele ser común existen una gran cantidad de variables de gustos de jugos para acompañar el mate clásico, pero en esta ocasión frío y con hielo.

Existen muchas personas que toman tereré y no mate, debido a que son infusiones totalmente distintas que tienen en común el recipiente donde se toma, la yerba y cuanto mucho el azúcar si alguno es un poco fanático. Sin dudas es una de las infusiones predominantes durante temporada más que nada de verano, convirtiéndose el mate nuevamente en un elemento social fundamental para las relaciones sociales, pero esta vez en modo refrescante.

Metamorfosis del mate

Si algo hay que destacar es que esta infusión se adapta a todos los gustos (casi todos) e inclusive a las temporadas del año. Con lo de gustos es casi obvio, debido a que se puede tomar sin azúcar, con ésta misma, edulcorante y hasta diferentes tipos de hierbas. Tampoco hay que olvidarse que, como se mencionaba anteriormente también se consume muy seguido como infusión fría, con diferentes tipos de jugos pero el que más predomina es el de naranja, ya sea de fábrica o hasta a veces exprimido. También la otra alternativa es tomarlo con agua fría, pero sin jugo, con yerba común o directamente una saborizada para reemplazar el mismo.

Sea caliente o frío, el mate no deja de ser una buena infusión para compartir con amigos, familia y por qué no para empezar nuevos vínculos. Sin dudas, es algo indispensable para al argentino y que tanto lo caracteriza, pero, lo bueno de esto es que sabe adaptarse a los cambios de culturas y generaciones.