El qué

Existe una constante inquietud que habita en el comunicador, capaz de generarle un sentido a su búsqueda de interpretarse a sí mismo y al mundo que lo rodea. Ese mundo que de alguna manera determina al sujeto como ser, y lo lleva a pararse desde cierto lugar donde convive con la perspectiva que lo atraviesa. Esto puede echar por tierra cualquier esbozo sobre objetividad, o bien ser el motivador de apertura a un nuevo paradigma comunicacional, que traza una meta basada en convicciones que le darán un norte al rumbo de un proyecto. De eso se trata un poco el andar de Agencia Sin Cerco.

Renegar del avance de la era digital suele ser recurrente en la profesión y, en cierto modo, es ver el vaso medio vacío, es que amoldarse a las nuevas plataformas termina siendo un puente con el aquí y ahora. Esas imágenes, que circularon efímeramente por los soportes más inmediatos, aparecen ahora como instantes de historia en las paredes de la Facultad de Ciencias Políticas. “La muestra es una pequeña parte de este último año de trabajo, con los hechos de mayor impacto y las imágenes que mejor lo reflejaran”, explicó Irene.

El cuándo

Finalizado el año 2015, y entendiendo que habría cuestiones que podrían obstaculizar la vigencia de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, trascendieron a la acción, poniendo en marcha esa participación y surgiendo como colectivo. Ante este escenario, era clara la convicción de trabajar “como un medio que diera lugar a estas voces que no tenían espacio en otros medios hegemónicos” y sobre la temática de “asumir el periodismo desde este perfil de defensa de los derechos humanos”. A lo que además agregó Irene el desafío de enfocarse en temas que no estaban siendo visibilizados.

El cómo

“Había líneas que nosotros no negociábamos, sobre esos límites fue que nos consolidamos como colectivo”, cuestión no menor que Correa se encargó de destacar, y es que la piedra angular de Sin Cerco está en ese perfil militante, tratando de desterrar la demonización del término para otorgarle el significado reivindicador que le corresponde en este caso. Existen determinados principios que van diseñando el mapa y funcionan como guía a la hora de encontrar el eje para saber donde uno está parado; eso es lo que refleja un poco la muestra que habla por cada uno de los que trabajaron en este proceso.

El quién

Casualmente, aunque no deja de ser un dato menor, veintiún de los veintiocho integrantes son mujeres, que junto con sus pares varones se distribuyen tareas en equipo de redacción, fotografía y audiovisual; donde radica el fuerte y lo innovador del colectivo. Con discusiones semanales y asambleas mensuales, se unifican criterios para salir a la calle en búsqueda del contacto con la realidad, y “más allá de cuestiones puntuales, está todo acordado grupalmente”; siempre con esa impronta atravesada por las convicciones que los mancomunaron en este proyecto que alberga el «dónde», quieras encontrarte.