En 1958 el diseñador estadounidense Saul Bass (1920-1996), considerado uno de los maestros del cartel cinématográfico, grababa su firma como autor del recordado poster de Vértigo, película (y obra maestra) dirigida por Alfred Hitchcock, protagonizada por James Stewart y Kim Novak.
La historia de este tipo de carteles, también llamados pósters o afiches, nace mucho antes, podríamos decir que con la gestación del séptimo arte. Pero éstos también forman parte de un submundo que se codea con la publicidad y al mismo tiempo con el arte y coleccionismo. Medio siglo después, ese póster de Bass sigue recorriendo continentes y habitando en paredes.
Pero… ¿Qué es KinoGallery?
Hace un tiempo me topé en Facebook con una publicación de KinoGallery. Ofrecían pósters en homenaje a Tarantino, Hitchcock, Lynch y Burton, con algunas escenas memorables de películas de esos cuatro directores de cine. Pero, ¿qué es KinoGallery?, me pregunté.
Un click bastó para sumergirme en aquel submundo antes mencionado. “Los afiches de películas no siempre fueron lo que son hoy. Eran auténticas piezas de arte que los fans querían coleccionar y colgar en sus paredes, no simplistas fotos retocadas con frases fáciles de digerir”, se lee en la web.
KinoGallery es una tienda online con más de 2000 pósters de culto pensada para fanáticos, para los que gustan del buen cine y para todo aquel que quiera “ponerle onda” a su pared.
“El diseño del póster de Vértigo es una maravilla, la imagen es alucinante. Es como que te cuenta y no te cuenta, te deja ver y no te deja ver”, me dice Diego Lázaro, con una admiración que percibo desde el otro lado del teléfono. Él trabaja en comunicación desde hace veinte años, hace siete que se enfoca en marketing digital, y también es coleccionista. Me cuenta que le gusta mucho el cine de los 60 y los 70, pero a la hora de elegir prefiere los diseños de los pósters publicados entre la década del 30 y 50.
Diego, fanatizado por esas piezas únicas, pensó que algo debía hacer con todas las obras que atesoraba, o mejor dicho con «eso» que lo movilizaba. “Me pareció que debía haber más locos dando vueltas como yo, que quizás no tuvieran esta obsesión por los originales, pero sí les gustaría tener un buen póster de una película que no es la clásica de superhéroes o la última que salió, sino algo más de culto”, dice.
Recorrer la tienda equivale a encontrar una buena cantidad de opciones para elegir entre las que se destacan reproducciones separadas por categorías como Clásicos, Acción, Cómics, Cine Mudo, Westerns, entre muchas otras. También hay una sección que se llama Edición Limitada con pósters e ilustraciones del artista cordobés Alejandro Burdisio, más conocido como Burda. “Por eso cuando hablamos de KinoGallery la bajada es pósters de culto, no son sólo pósters de cine. Vas a encontrar también de propaganda y publicidad vintage, por ejemplo. El objetivo no es solo abarcar el mundo del cine, sino ocupar tus paredes con cosas copadas”, explica Diego.
Mucho más que una tienda
Kino significa cine en polaco y alemán, pero para Diego esa palabra supera todo significado etimológico. “Creé KinoGallery con la intención de tener una galería que ya pase un poco lo que es el tema de e-commerce”, aclara. Es que este proyecto es mucho más que una tienda on-line. Hoy también cuenta con un espacio real ubicado en Palermo, Buenos Aires: “La idea es expandir este showroom y que se transforme en un espacio donde pueda hacer muestras con ilustradores y curaciones temáticas. Quiero generar un espacio de arte contemporáneo, por eso la idea de ‘gallery’ siempre estuvo flotando”.
KinoGallery no solo comercializa a cualquier parte del país desde la tienda, sino que desde ahora quienes anden cerca, quieran conocer la calidad y ver todo el catálogo, podrán hacerlo bajo el asesoramiento de alguien que no pierde de vista el objetivo: glorificar todos esos pósters que tan bien le quedarían a tu pared.