Félix Buenaventura está lo suficientemente inmerso en el mundo de la comedia y el stand up como para subirse a cualquier escenario y dejar de ser él para ser otro que está aquí y ahora valiéndose de un humor lúcido, siempre bajo la etiqueta del absurdo.
Alcanza con pispear un poco su videoteca digital para dar cuenta las temáticas abordadas en cada unipersonal que ofrece, aunque él prefiere aclarar que no se trata de “atacar a los temas, sino a las formas”. Si bien estos videos de YouTube reflejan su producto, hay factores como la actualidad y el show en vivo que introducen cambios que redefinen la experiencia de estar ahí.
“Me burlo un poco de lo que sea que esté pasando políticamente, reflexiono acerca de las cosas ridículas de la sociedad y también sobre animales porque me divierte mucho el universo zoológico”, cuenta Félix desde el otro lado del teléfono y antes de traer su show a Rosario, programado para este sábado 24 de junio, a las 21hs, en Downtown (Urquiza 1285).
Su currículum indica que empezó a estudiar teatro cómico a los 18 años; se codeó con distintos profesores de clown y terminó la Escuela de Estudios Teatrales de Chame-Gené en Madrid. Grabó para Comedy Central de Argentina en tres ocasiones y Paramount Comedy en España. También ha pisado escenarios en Chile, Uruguay, Paraguay, España, Irlanda y Reino Unido. Además de actuar en diversos espacios de Buenos Aires, forma parte de Noche de Fresas junto a Julián Lucero y Julián Kartún.
Desde entonces, y con trece años explorando el terreno de la comedia, hace tiempo que Félix se alejó del anonimato para convertirse hoy en uno de los referentes de la escena. “El laburo previo es precisamente el que me da la cintura para improvisar”, responde cuando le preguntamos cuánto hay de preparación previa y cuánto de improvisación a la hora de montar un espectáculo de stand up. Y en ese sentido, comenta: “Me gusta cada tanto habilitar el juego y reconocer al público como partícipe para que esto funcione”.
Honestidad, conciencia, disciplina y juego son los elementos que considera imprescindibles para que un show de stand up sea realmente bueno (además de ser los primeros que se le vinieron a la cabeza). “A mí me gusta el contenido y la locura. A su vez, el comediante tiene que tener una poética propia porque si no es así parece que lo podría hacer cualquiera”.
Para terminar, le preguntamos a Félix qué hace o en qué piensa los minutos previos a subirse a un escenario. Fin del misterio: “Me gusta vaciar los bolsillos para reconocer que lo que sea que esté pasando en mi vida en ese momento no soy yo. Soy una persona que está siendo alquilada en función de un servicio. Entonces cualquier problema que tenga trato de dejarlo afuera del escenario”.