Cuando escuchamos hablar sobre el Bitcoin, lo primero que pensamos es que se usa para comprar drogas u órganos humanos en páginas oscuras de la dark web. Si bien no es del todo falso, hay mucho más que ver sobre esta moneda electrónica que podría cambiar el sistema financiero tal como lo conocemos hoy. La primer diferencia del bitcoin con el dinero físico es la siguiente: no hay una entidad central que gestione o emita bitcoins. Es aquí donde la cadena de bloques o blockchain entra en juego.

La cadena de bloques vs entidades centralizadas

Todas las transacciones que realizamos con nuestro dinero o tarjetas mediante un banco quedan registradas en una base de datos. Esta base de datos se guarda en una computadora, con diferentes backups y medidas de seguridad para garantizar la veracidad y consistencia de esa información. Ahora imaginemos que un banco es hackeado y todos sus registros son alterados borrando todo nuestro saldo y dejándonos sin manera de reclamar. Si bien esto es improbable, no es algo imposible.

Cadena de bloques, nodos para salvaguardar de ataques

A diferencia de la idea tradicional de usar a una misma entidad como autoridad para la veracidad de un registro, la cadena de bloques propone utilizar el poder de cómputo de nodos conectados a una red para gestionar esta información en forma descentralizada. Cada venta o transacción en bitcoins es almacenada en la cadena de bloques y replicada a cada nodo, salvaguardandose así de la posibilidad de un ataque. Dicho de otra manera, habría que hackear miles de computadoras a la vez para cambiar un registro.

Actualmente, se está trabajando en distintas implementaciones de la cadena de bloques en escenarios diferentes al originalmente planteado. Identificación personal, voto electrónico, guardado de archivos- o cualquier sistema que necesite un registro confiable y descentralizado de información- puede ser montado sobre una cadena de bloques.

¿Minas de bitcoins? 

Hay potencialmente 21 millones de bitcoins por diseño y la unidad de medida mínima de bitcoins es 8 decimales. No es necesario usar bitcoins completos al pagar o transferir. Cada una de estas transacciones es “minada” por una computadora para asegurar la veracidad de la transacción. Por este trabajo, que varían en dificultad con el tiempo, el minero recibe una recompensa pagada en bitcoins y de esta manera tiene un aliciente para hacer funcionar la red. Estos mineros trabajan resolviendo operaciones complejas de criptografía para autenticar las transacciones de la cadena de bloques.

¿Privacidad?

Cada transacción queda almacenada en la cadena de bloques y es públicamente visible para todos. Si bien esto puede no parecer muy privado, nadie sabe a quién pertenece una dirección desde donde se envían los bitcoins, ni quien lo recibe. Todo lo que vemos es similar a dos cuentas de un banco, pero sin titular. Esta característica es una de las más interesantes, ya que deja de lado la posibilidad de ser espiado pero también abre la puerta a toda clase de operaciones ilegales.

La tecnología por sí misma no es mala, es el usuario quien elige qué uso darle. ¿Y vos? ¿Crees que el bitcoin y la cadena de bloques van a cambiar la forma en que usamos el dinero?