Estamos ante una obra peculiar en todo sentido; una obra abrazada por silencios y gestualidades de personajes que actúan como si estuviesen en un teatro. Para colmo, mucho psicologismo y crítica social. Todo comienza por donde corresponde iniciar: a un adolescente llamado Lucio (Ezequiel Cavia) le roban su moto, billetera y zapatillas (no así el reloj; aquí el tiempo es esencial). Es de noche, y el robo parece de todo menos un robo por la parsimonia de los implicados.
La cuestión es que el hecho significa un acontecimiento para nuestro protagonista, quien intentará hacerse de una nueva moto. ¿Cómo? Robando una. «Esto te va a cambiar la vida», le anticipa su mejor amigo, Damián (Damián Dreizik). Y como toda experiencia traumática tiene resonancias en el cuerpo, la cabeza de Lucio de ahora en más lucirá rapada.
Como si de un espejo se tratase, los personajes se mimetizan entre ellos mientras los hechos se entrelazan de manera azarosa. Es así que Damián también quiere afanar una moto. Lucio, en tanto, recorre las calles oscuras para intentar hacerse de la suya. Aquí entra lo interesante del film: deja entrever una historia, entre muchas, de la descomposición social y cultural de los sectores medios. Hay una escena que lo explica todo: Lucio está serruchando una cadena para hurtar el vehículo hasta que el dueño se percata y lo empieza a correr; Lucio no da más y espera sentado en la fachada de una casa para que su perseguidor llegue, se prenda en silencio un cigarrillo y acto seguido le escupa en la cara.
La película destila los primeros años de la década de los noventa. Lo percibimos en la vestimenta de los implicados, los autos de la época y, por sobre todo, por los lugares transitados (las salas de juego y disquerías están a la orden del día) que cobran una inusual significación. «Rapado» no es un film (neo)realista, lo que no implica que esté cargado de connotaciones sociales. «¿No tenés algo de plata para darme?». Frase que se repite y mucho. Y quienes tienen un par de billetes en el bolsillo deben cuidarse de que no sean falsos, algo difícil es un país donde reina el engaño. Pero al parecer no todo está perdido.
Mirá la película completa:
https://www.youtube.com/watch?v=yGNoMZGyWoI