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Desde hace tiempo que se viene hablando en los medios argentinos, que pronto el trabajo generado por los humanos va a ser reemplazado en su totalidad por robots, algoritmos, y softwares. Obviamente, se van a crear nuevos tipos de trabajos. Pero la pregunta es: ¿qué va a pasar con el arte? Entre el 23 y 25 de octubre, la casa de subastas Christie’s en su tienda de Nueva York, va a subastar el primer cuadro generado por un algoritmo. El grupo artístico Obvious, con sede en París, fue el que generó los algoritmos de esta y otras diez pinturas, que formarán parte de esta subasta.

Como se puede ver, ya existen varias formas de conexión entre la inteligencia artificial y el arte. Esta nueva técnica y/o herramienta, es parte del género del arte digital. Incluso, ya habían máquinas analógicas que generaban obras de arte. Existen incluso intentos de crear obras de arte a través de computadoras desde la década de 1950.

Pero este tema todavía sigue siendo debatido por artistas y pensadores, porque suscitan cada vez más nuevas preguntas y discusiones. Por un lado, es una nueva técnica y herramienta, porque genera nuevos estilos artísticos. Esto ya se ha visto en toda la historia del arte. Por ejemplo, cómo hubiesen hecho los Impresionistas para pintar al aire libre, sin la aparición de los tubos de pintura, los nuevos tipos de pinceles y pigmentos, y sin sus valijas con paleta y caballetes de campo.

Los algoritmos, pueden servir como herramientas artísticas, como pasa con la app Prisma, cuyos efectos para fotos, son obras de arte. También está Auto Draw, uno de los experimentos de Google, que puede ayudar a personas que no son artistas, a dar un toque artístico a sus dibujos en la web.

La mayoría de las obras de arte creadas con inteligencia artificial, tiene algo de ruido/glitch o psicodélico (como puede pasar con la herramienta Deep Dream también de Google). Lo que vemos en la imagen de la portada, es una escultura creada por Watson -el sistema informático de IBM– cuyo diseño de la obra se basó en las obras del arquitecto catalán Antoni Gaudí. Y sí tiene algo psicodélico, ¿no?.

La obra a subastarse, llamada “Retrato de Edmond de Bellamy”, parece hecha por Rembrandt o Manet, o cualquier buen pintor de retratos de siglos pasados. Pero también tiene ese efecto glitch, sobre todo si se ven los ojos. Uno si se fija bien en la esquina derecha de esta obra, se va a encontrar con la firma del artista, que es el algoritmo original.

Controversias digitales

En marzo de este año, el crítico de arte Jerry Saltz, apareció en un vídeo de Vice, en donde daba su crítica a obras hechas a partir de Inteligencia Artificial. Saltz dio una crítica brutal ante las obras. Para él, faltan buenas ideas de los programadores y/o artistas, para que los algoritmos y sus obras se destaquen, y que los algoritmos sean “libres”.

Y este es el quid de la cuestión. Todas esas obras mencionadas, sí son arte, pero la relación entre la Inteligencia Artificial y el arte, todavía no muestra algo revolucionario. Obviamente existen algunos artistas, programadores, que producen algo interesante con algoritmos, como el caso de Tom White, cuyo programa crea pinturas abstractas basándose en imágenes de objetos reales. Pero son muy pocos los casos.

La respuesta a la pregunta: ¿Los algoritmos reemplazarán a los humanos como artistas?, puede ser posible, pero hasta ahora quienes han creado y crean esos algoritmos son los humanos. Falta tiempo para ver eso. De todas formas, van a seguir existiendo artistas, y los algoritmos van a seguir creando arte.