Estamos viviendo un momento musical muy particular. Los géneros que son tendencia en este momento, como el trap, parecen ser artísticamente inaccesibles para quienes no son jóvenes. Sus formas, su sonido, sus modos, todo eso y más generan que a mucha gente le cueste apreciar la música que hace llenar estadios y genera ídolos a nivel mundial. El cantante Maxi Trusso fue categórico: “escucho las voces, son horribles”. Un tierno.
La crítica empezó siendo general hacia actores que deciden volcarse a la música y utilizan el auto-tune. Así es que afirmó que los giros melódicos de Lali eran los más feos que había escuchado. Solamente le dio el visto bueno a “Quedate”, el éxito mundial cantado por Quevedo y producido por Bizarrap. El veredicto: “más o menos buena”.
LA PUEDO COMPRAR (PERO NO)
Esta semana Lali fue noticia por dos razones más, además de recibir la crítica de su colega. En primer lugar, mañana va a hacer historia al consagrarse como la primera artista argentina en llenar un estadio. En este caso, el de Vélez, en el que será el show más importante de su carrera. Por ahora.
La segunda razón que llevó a la ex Casi Ángeles a ser nota de portales fue el estreno de su nueva canción. Cómprame un brishito, fue publicada hace dos días en todas las plataformas y ya causó controversia. La canción comenzó a circular durante el 2021, cuando la cantó en su cumpleaños de 30. Lo que empezó como una humorada con amigos, fue una exigencia de sus fans. Así es que un año y medio después la artista pop decidió pasar de la improvisación a la cosa seria.
Las críticas no tardaron en llegar a través de las redes sociales. En este caso por el contenido hiper sencillo de la letra. Pero Lali salió a responder y llevar calma al pueblo popero desde su cuenta de twitter: “Para los preocupados por mis letras No teman!! El resto del disco habla de física cuántica ,los últimos avances de la NASA y cómo impactó el dólar a 300!”.
Hablan Sancho, señal de que nuestra artista favorita no deja de romper todo.
