Clapper txt_Álvaro Arellano

Vimos luz y bajamos, así nos encontramos con un espacio donde el arte se entrega a su suerte, de manera que puede ser apreciado por los ojos que visitan Subsuelo, o bien apropiado por quienes dejan allí su huella al dar una recorrida. Ese diálogo lo inician expresiones que cobran vida a través de pintura, grabado, ilustración, cerámica, fotografía y dibujo.

Una sala abierta y una trastienda dieron un pantallazo general hasta el 17 de octubre, sobre lo que se podrá ver de cada artista. A partir del 25 de este mes, la muestra estará abocada a la colección sobre grabados de Osvaldo Boglione, e irá rotando con eje sobre un grupo de artistas del gusto de la coordinación.

“Inauguramos el 20 de septiembre con una muestra donde hay distintas disciplinas, con un panorama bastante amplio”, explica Paulina Scheitlin. Una de las tres coordinadoras del espacio (junto con Daniel Pagano y Daniel Andrino), agrega que se trata de artistas contemporáneos y algunos ya fallecidos de quienes rescataron importantes obras.

Un ex depósito de papeles enclavado en Balcarce 238, re acondicionado por los tres artistas, pensado como una galería, y convertido en tal cosa. “Esto es una galería de arte y de venta, lo que está colgado, se vende, eso facilita al artista seguir trabajando, nos interesa que esto rote”, explica Paulina cuando nos emergía la duda sobre la capitalización de estos trabajos. La colección no sólo da vida a las intervenciones, sino también posibilidad a una retribución por el trabajo terminado.