Clapper txt_Pau Turina_Jul_2018
La narrativa de Pablo es aquella en la que en el transcurso de su relato, intenta aprehender algo de lo inaprensible, algo de eso que se escapa, que no se puede decir. Según el escritor escribimos para expresar aquello que no se puede decir, tenemos sólo palabras pero las palabras no sirven para eso que queremos hacer, es ahí donde el desafío es elegir las palabras indicadas para cercar las ideas y los sentimientos. En este sentido se enmarcan sus dos colecciones de cuentos: La noche en plena tarde y Nadie es tan fuerte, relatos con una anécdota menor donde surge algo del orden de lo indecible. Y esa es la sensación que dejan al lector después de leerlos, la certeza de que existe algo que subyace y que no podemos lograr mencionar.
En lugar de hablar de historias mínimas, el escritor prefiere hablar de historias íntimas. “Escribo cuentos sobre lo anecdótico, del orden de lo cotidiano. No hay nada extraordinario, no hay algo que irrumpa, pero el cuento intenta captar o cifrar un movimiento íntimo en eso de lo anecdótico, cómo los personajes reaccionan frente a esos acontecimientos y se mueven, pero eso que justamente se mueve, es prácticamente imperceptible. El trabajo de estos cuentos es captar eso, lo imperceptible, y sin dudas, son cuentos de la intimidad”, define Pablo.
Las ideas de estos cuentos – aunque prefiere hablar de disparadores más que de ideas – surgen de la vida cotidiana, y es en ese ingrediente de lo cotidiano donde siente la inquietud de indagar o investigar. Es en esa indagación completamente ficticia, donde surge la imaginación y de ahí el cuento. Cuando hay algo que le provoca incomodidad, le interesa plasmarlo en un texto para hacerlo llegar luego, a un lector.
Muchas veces en el proceso de escritura va modificando el tema del cuento, porque la misma escritura lo va cambiando, lo lleva a un lugar que a priori no había pensado, y cree que justamente los cuentos que logran eso, son los mejores. En esos relatos ingresa algo del orden de lo irracional y de lo que no fue planificado, algo que aparece y produce un resplandor distinto y que incluso, hace que sean un poco más de lo que él esperaba.
La edición es lo importante
Pablo Colacrai corrige mucho sus textos, confiesa que no es un escritor prolífico y que no cree que lo sea alguna vez. En la época en la que escribió la mayoría de sus cuentos, escribía mucho, y confiesa que de veinte cuentos quedaban únicamente tres en la selección para el libro. Le cuesta convencerse, encontrar el tono indicado, y la corrección tiene que ver con su posición frente a la escritura pero que también, con un defecto que detecta: encontrar la frase perfecta o los comienzos. Piensa que hay cuentos que necesitan infinidad de reescrituras e incluso, cambios estructurales. “Tengo una posición sobre publicar. Creo que hay que escribir todo lo que se pueda, todo el tiempo, pero hay que publicar lo menos posible. Cuando uno consigue publicar, hay que estar completamente convencido de ese texto, y que pasen cinco, seis, diez años y que nos siga gustando, y para eso hay que estar muy convencido del texto”, expresa.
Su segundo libro de cuentos Nadie es tan fuerte fue publicado en el 2017 con la editorial de Buenos Aires, Modesto Rimba. Pablo conoció a Flavia Pantanelli en el 2013, intercambiaron libros y quedaron en contacto. Años después, Flavia recordando su primer material, lo recomienda a la editorial y es así, como finalmente, ella terminó trabajando junto a Pablo en la edición de este libro. Para Pablo fue una experiencia fantástica, en la que remarca la fluidez y la honestidad en la relación con su editora, donde pudieron hablar abiertamente de los cuentos, discutir de forma sincera por qué si o por qué no ciertas modificaciones en ellos. “Flavia es una lectora muy fina, aguda e inteligente. En general, al libro le ayudó mucho su mirada y sus ajustes, que los necesitaba. Además, se puso realmente el libro al hombro”, cuenta el escritor en relación a la participación de la editorial en la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires, donde Flavia personalmente ofrecía el libro de Pablo. Para él, tanto la editora, como Mauro Lo Cocco, el director de la editorial, fueron una parte fundamental de este libro.
Proyección internacional, cómo nos leen afuera
Recientemente quedó pre-seleccionado entre quince libros de escritores de ocho países de habla hispana en el Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez, que es organizado por el Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional de Colombia. En octubre del 2016, Pablo estaba en Bogotá por temas personales, y fue ahí mismo donde recibió la comunicación de que Modesto Rimba iba a publicar su libro en el siguiente año. Justamente ahora, ese libro, y pasado más de un año de su publicación, llega al mismo lugar donde comenzó todo.
Pablo había charlado con el librero mientras recorría el Centro Cultural García Márquez, que le comentó del concurso y que apenas hacía unos días habían estado presente Samanta Schweblin, Tomás Downey, Alberto Manguel, Hebe Uhart, entre otros, por este mismo concurso en el que ahora su libro quedó pre-seleccionado. Fue en ese momento en el que se prometió que participaría con su segundo libro en el certamen. “Es indescriptible, porque para mí no es un premio cualquiera, deseaba participar y que haya pasado esta primera selección, es emocionante”, describe.
Pablo se preguntaba cómo serían leídos sus cuentos en otro lugar del mundo, y eso también lo motivó a participar del concurso. Aunque podría pensarse que el libro no tiene una impronta rosarina muy marcada, sí habla de lugares y espacios de la ciudad, pero más allá del nombre específico, el escritor apuesta a conflictos con temáticas universales. Para Pablo que el libro sea leído por escritores colombianos y que sea aceptado de esa manera, logra confirmar aspectos sobre la producción del libro que anteriormente no tenía.
La literatura es un faro, es la vida pensada a través de la escritura. Y en este sentido, la escritura es para él casi como una necesidad y un hábito, un lugar al que necesita ir. Aunque por momentos escribir genere fastidio, porque muchas veces implica corregir y rever los textos horas y horas, incluso encontrarse con ideas que no funcionan y con meses de trabajo desechados. Aún en esas circunstancias, en el intento fallido, escribir cuentos, escribir literatura, vale la pena. Es en la narración de esas historias íntimas, reales, donde cualquier lector puede sentirse identificado, y es en ese momento cuando reafirmamos que – como dice el escritor – finalmente, nadie es tan fuerte.
Sobre el autor
Pablo Colacrai nació en 1977 en Noetinger, provincia de Córdoba, pero creció y vive en Rosario. Es Licenciado en Comunicación Social y miembro fundador de la editorial Río Ancho Ediciones. Desde el 2010 coordina talleres de escritura creativa. Publicó los libros de cuentos La noche en plena tarde (Río Ancho Ediciones) en el 2012 y Nadie es tan fuerte (Modesto Rimba) en el 2017. Entre otras distinciones, recibió en 2006 el primer premio en el Concurso “De las sombras a la luz”, organizado por la Municipalidad de Rosario y, en 2009, obtuvo el primer premio en el concurso convocado por la revista Una Mano. Además, algunos de sus cuentos se publicaron en antologías y medios locales y nacionales.