Por Martín Pueblas.

Rompiendo sistemáticamente con la fórmula matemática: el orden de los factores suele, casi siempre que no estés multiplicando, alterar el orden de los productos. Este caso pareciera ser una (otra más) confirmación. Seguramente si hubiesen sido un grupo de amigos del barrio que empezaron a tocar juntos de muy chicos en algún cuarto, pasando por algún garaje, compartiendo los primeros tropiezos de la adolescencia, para terminar grabando un disco que cristalizara ese recorrido, hoy estarían hablando de otra cosa. Pero no es el caso. Las Aventuras presentan su primer álbum, Resta el accionar, en el D7. Y dando vuelta la fórmula matemática, es el resultado de una idea, un concepto, que antecedió a sus integrantes.

-Le escribimos a Marco y se sumó, habrá sido a principios del 2020. Ahí estaba como armándose, pero ya era un proyecto. Ya se llamaba Las aventuras, ya había un concepto claro.

Marco Tenaglia toca el teclado y la guitarra. Fue el último en integrarse a la banda ya compuesta por Facundo del Castillo en voz y guitarra, Julián Bianciotti en batería, Juan Aguilar en el bajo y Juan Ignacio Miles en las proyecciones audiovisuales. Amigos de amigos, conocidos de lejos, así fueron ensamblándose para terminar de darle forma a una banda que apuesta a no dejar de cambiar. Al principio querían hacer videos y componerles la música, como si fueran orquestadores de una película. Después la ecuación se dio vuelta y terminaron haciendo de la pata audiovisual un engranaje más de una maquina pulida y sutil que quieren poner en escena.

-Tuvo que ver con siempre, en vivo, tener fanzines con personajes que nunca hubiésemos pensado que iban a tener historias y personajes. Eso también se fue dando solo, con chiste interno que pasaron al papel y después se mezclaron con sus dibujos y, de la nada, todo un mini universo que venimos explotando y expandiéndolo. Nos la volamos bastante en cada show, para hacerlo distinto al otro y generar algo nuevo en imagen también.

GUIA COMPOSITIVA PARA VAGOS Y CURIOSOS

Debe ser una sensación análoga a la que siente quien no sabe bailar, o el que no entiende como escribiendo códigos inteligibles termina haciéndose una app para el teléfonos que te dice cuando llega el colectivo (o cuando no, en el caso de Rosario). De la misma manera, los que no saben de música, ni tuvieron jamás una banda o algún acercamiento más allá de copiar acordes en La Cuerda, no terminan de entender como en un momento no hay nada, y después hay música.

Marco: Yo por ejemplo, tengo un sistema bastante distinto. Compongo muy accidentalmente. Si ya hay algo hecho, me centro sobre ese algo hecho, y como que sale muy desde lo accidental. Siento que me confundo en algo, me gustó y sigo por ahí. Facu tiene más soltura para largarse, y ni hablar para la poesía.

-Juan: Yo puedo hablar un poco de como esos dos mundos explotan y se mezclan. Por ejemplo, El encendedor es un tema que, en un momento del 2019, Facu caía con la guitarra criolla. Tengo este tema, dijo, lo tocó con un par de acordes y con el Pulpo nos miramos.  Salen ahí, de la guitarra, que se yo. Merienda también tenía como un y en un momento era algo más. Y cuando Marqui viene, con su experimentación, los temas mutaron un montón y le dieron, para mí, un nivel increíble.

SI QUERÉS ROCKEAR, ROCKEÁ

El puntapié inicial de todo fue la idea de hacer un álbum. Para matar la manija, teniendo en cuenta los tiempos de la producción independiente, decidieron empezar a tocar en el mientras tanto. El primer show quisieron ser prolijos. El segundo, sin pensarlo, se permitieron ser más crudos. Después decidieron ser lo que tuviesen ganas, pero siempre apostando a armar algo nuevo. No sumar un video de fondo, sino animaciones en vivo. No a repartir flyers, sino a generar historias en fanzines que se integrasen con lo que decían en las canciones. No a sumar inescrupulosamente cosas, sino a complementarlas.

-El sonido de la banda se fue armando tocando. Al principio, lo que yo tenía en la cabeza, era algo mucho más tranca mucho más viajero, no tan picante. Y después, a través de los ensayos, tocar y la energía esa del rock, como que se fue despertando ahí algo un poco más polenta.

El viernes se presentan a hacer todo eso en el D7, quizás uno de los últimos lugares piolas de una ciudad que se niega, sistemáticamente, a volver a serlo. Las puertas se abren a las 21hs., y los van a acompañar Ivernáculus y Dj Iva Rough. Prometen que va a ser el show más importante de los tres años de recorrido. Por acá, ya como si fuese una tradición nacional: elegimos creer. Sobre todo, porque se ajusta a esa idea inicial, al primer motor inmóvil de todo este asunto:

-Una de las premisas, en un primer momento, era: nos llamamos Las aventuras porque tiene que ser un espacio para improvisar, experimentar y aventurarse en algo nuevo.

Vienen cumpliendo.