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Lo que se conoce como El cuarto poder, abunda de irregularidades, intereses creados y distorsión de la realidad a nivel global. Lo que sucede en el ámbito comunicacional doméstico no desentona con esa tendencia, que parece desteñir la credibilidad de los medios en su intento de reflejar lo que pasa. Los flagelos precedentemente mencionados, se convierten a su vez, en pilares de una estructura que diseña la arquitectura del flujo de la información.

Chequeado.com, mediar entre los hechos y el público

Con cláusulas leoninas de este calibre, la alternativa queda en un cuello de botella en virtud de las trabas, las presiones y los inconvenientes que le significa decir la VERDAD. La ralativización de lo verdadero no es nada nuevo, pero algo que sí ha ganado terreno con el usufructo de redes sociales que difunden y viralizan afirmaciones falsas. Claro que una buena porción puede ignorar esto, pero otro número considerable de personas puede ser vulnerable a estas prácticas.

Para mediar entre los hechos y un público se puede incurrir en falsedades, o se puede dar a conocer la realidad. Pero otra posición puede ser exponer determinadas cuestiones, refutarlas, y de esa manera echar por tierra algo que no puede ser tomado como fehaciente. Esto entendemos parcialmente como la posición de Chequeado.com, un proyecto que persigue la verificación del discurso público y la promoción del acceso a la información y apertura de datos.

Chequeado.com, génesis

El sitio nace en el 2010 como el primero en la región en trabajar sobre verificación de datos. ”Hacemos chequeo, no cubrimos, tratamos de tener coberturas apartidarias y trabajamos como una ONG, algo atípico en el medio”, explica Pablo Fernández, director de innovación editorial del medio, en la búsqueda por promover información fidedigna y presentarla en formatos atractivos y fáciles de entender.

Chequeado.com, el cómo

Los chequeos clásicos constan de tomar una declaración y clasificarla de verdadero o de falso, eso se hace con figuras públicas”, comenta, y agrega que conforme fue en ascenso el avance de redes sociales dieron paso a la sección Falso en las redes. “Con las redes es más fácil que se propague, pero antes uno recibía cadenas por mail con power point, o estaban los foros, un montón de conspiraciones que se distribuyeron en distintos sitios”, reconoce al referirse al cambio de época, donde los métodos son otros, pero lo que prevalece es la intención de propagar la información falsa.

Chequeado.com, nuevos métodos de confusión

El abordaje excedió los sitios de noticias tradicionales, y amplía: “Hay páginas que se dedican explícitamente a producir noticias falsas, algunas veces con intencionalidad política pero en otros casos tratando de buscar publicidad, algo relativamente nuevo”. Insiste con este fenómeno radicado en Europa, pero con principio de réplicas en nuestro territorio, una modalidad que genera altos niveles de viralidad en base a noticias falsas y a través de lo cual obtienen un ingreso.

Chequeado.com, Chequeabot

El universo informativo se hace inabarcable en cierta forma, y Chequeado fue en búsqueda de achicar el margen del contenido que se le escapa diariamente a través de la tecnología.Desde hace un tiempo tenemos un robot que nos ayuda y nos trae información de los principales medios de todas las provincias de Argentina”, dice Pablo, sobre esta novedad que en principio parece extraño de concebir.

La tecnología al servicio de Chequeado, se trata de “una plataforma desarrollada con la que se ayuda al equipo a encontrar frases chequeables” más allá de los medios que siguen habitualmente. El Chequeabot, como lo describe Fernández, se trata de un desarrollo informático, que usa dos componentes. Por un lado “procesamiento del lenguaje natural, es decir que entiende el lenguaje de alguna manera, y por otro, con machine learning”, especifica Pablo.

Esto último lo explica como un proceso educativo sobre el robot, donde se lo configura para un rastreo óptimo, de esta manera, la tecnología interpreta cada palabra en función de lo que aparece en su contexto. Este proceso genera grandes avances en la búsqueda de enseñarle a las computadores entender a los humanos, y así generar un producto que más adelante esté no solo al servicio de la redacción.