Lo emocionante de viajar, entre tantas cosas, es poder desnaturalizar los hábitos propios para entender que existen tantas formas de vida como culturas en el mundo. Extrañarse y sorprenderse forma parte de un ejercicio que comienza una vez que nos topamos con comportamientos completamente distintos a los nuestros. Bolivia es un destino maravilloso para conocer por sus paisajes, su gente y sus costumbres pero, por sobre todas las cosas, notar esos contrastes culturales de los que hablamos. En Clapps! seleccionamos algunos de ellos. Fijáte cuales son:

  1. El famoso regateo

A la hora de comprar, en Bolivia se usa mucho el regateo. Y no es una cuestión de viveza o aprovechamiento del turista, sino más bien ya un aspecto cultural arraigado al país. Todo es “regateable” en Bolivia: los alimentos, los viajes, las artesanías y hasta el alojamiento. Pero negociar no implica pelearse o gritar para rebajar el precio de algo, simplemente uno puede quedarse pensando, dubitativo, frente al precio que le han dicho y en cuestiones de segundos la rebaja por parte del vendedor llega sola. Siempre con respeto y muchas veces aceptando un “no” como respuesta de parte del vendedor.

2. El transporte público, otra curiosidad

Si bien en el mismo país existe también la diversidad de comportamientos, en ciudades como Potosí, Sucre y/o La Paz, sucede lo mismo a la hora de viajar en transporte público. La gente paga el boleto de colectivo cuando se baja, no cuando sube. En Rosario es ¡inimaginable algo así! Los pasajeros ascienden, se acomodan y cuando van a descender se acercan al chofer para pagarle su estadía. Pensarán, quizás, que más de uno se habrá querido hacer el o la viva e irse sin pagar, pero no, nada de eso sucedió. Miramos detenidamente un rato largo, y ningún pasajero intentó realizar esa maniobra.

3. Tomá mate

Al igual que los argentinos, Bolivia también toma mate. ¿El mismo? No, claro que no. Y aquí otra diferencia cultural. Se trata de infusiones, como el mate de coca, y/o brebajes naturales que tienen distintos beneficios para el cuerpo. Lo consumen para problemas estomacales, la vesícula, pero sobre todo para el mal de alturas, también conocido como soroche, ya que muchas de las ciudades de Bolivia se encuentran a elevados metros sobre el nivel del mar. Por otro lado, a propósito de la coca, si bien muchas personas creen que su consumo está penado por la ley, cabe recordar que tanto en Colombia, Perú y Bolivia, la comercialización de hojas de coca es legal y por ende su consumo se masificó considerablemente en los últimos años.

4. A comer bien temprano

La gente de Bolivia está acostumbrada a comer muy temprano, y nos referimos tanto al almuerzo como a la cena. Sopa, pollo, legumbres, arroz, son consumidos tanto a las diez de la mañana (cuando todavía nosotros estamos desayunando) como a las seis o siete de la tarde (la hora de nuestra merienda). Es normal caminar por las calles de las ciudades y que haya puestos donde venden estos alimentos y haya gente sentada a su alrededor comiendo en horas que nosotros no estamos acostumbrados. Por otro lado, la comida boliviana suele llevar mucho picante y bastante frito también.