ANUARIO 2018, DONDE QUIERAS ENCONTRARTE…

Clapper txt_Agustín Vargas_Sep_2018

Clapps!_¿Cuándo y de qué manera surge Anfibio?

Gerónimo_La idea surge como resultado de varias casualidades. Yo atendía al público en un local comercial, cosa que no me agradaba, y estaba buscando talleres para trabajar en carpintería. A su vez, después de ahorrar algo de dinero fui a una óptica para cambiar mis viejos anteojos. Ahí vi anteojos de marcos de madera, me encantaron y me pregunté: “¿Por qué no hacer mi propio anteojo?”. Y así, lo que pensé que iba a terminar en menos de un mes, demoró más de seis meses. Mucha gente siempre está alentando, colaborando, guiando. Hay muchas personas hermosas detrás de cada anteojo, diseño e imagen, y eso es algo que no se sabe… Es algo así como un tiempo social de producción, pero también un empuje colectivo. No hay nada individual, y estoy muy agradecido a todas esas personas.

Clapps!_¿Cómo es el proceso de elaboración del producto?

Gerónimo_En primer lugar, se seleccionan las maderas de manera muy cuidadosa para poder trabajarlas. Una vez diseñados los modelos se pasa al proceso de corte, éste se realiza con tecnología de punta a fin de realizar la medida estándar del frente y de las patillas. A partir de aquí el proceso de elaboración del marco se vuelve completamente artesanal, a mano, cuidando cada detalle. Pegamos las piezas cortadas, y continuamos con el gran secreto de nuestros anteojos: el lijado; se lija muchísimo. Después, se ensambla el frente y las patillas mediante bisagras especiales. Por último se protege la madera, se la impermeabiliza para que no la dañe el agua. El último paso en el taller es el control de calidad del marco. Si pasa dicho control lo enviamos a un laboratorio óptico de la ciudad para la colocación de la lente polarizada con protección de rayos UVB/UVA, lo que le da muy buena calidad a nuestros anteojos. De esta manera se cierra un proceso que comienza y finaliza en la ciudad de Rosario.

Clapps!_Anfibio hace foco en el cuidado ambiental. ¿Por qué se interesaron en esta problemática y cuál es el aporte que hacen a la misma?

Gerónimo_El foco en el cuidado ambiental se dio por el propio peso del proyecto. A medida que avanzábamos nos fuimos dando cuenta que era posible utilizar materiales, insumos y productos de manera responsable. Este fue un descubrimiento muy grande de nuestro día a día. Fue un proceso de aprender de la naturaleza, de sus mensajes, de sus materiales y de sus formas. Así es que llegamos a cerrar un circuito de tres “R”: Reforestar, ya que utilizamos maderas de árboles de cultivo y no de desmonte (la madera utilizada es de procedencia nacional). Reutilizar, ya que nuestras fundas se hacen con telas que no están más en uso. Y por último, reducir, porque utilizamos un producto natural para proteger la madera, y la madera disminuye el impacto al ser biodegradable.

Clapps!_¿Por qué llamaron «Anfibio» al emprendimiento?

Gerónimo_Anfibio habla de la capacidad del ser para mutar y para habitar nuevos mundos. Hay algo que está en cada uno de nosotros y nosotras, que arrastramos desde la infancia y en un momento emerge y vamos hacia allí. Una suerte de destino, el anfibio habita el agua y después cambia, crece, se transforma en algo nuevo pero, al fin y al cabo, algo de eso nuevo ya existía en él. Hay quien dijo algo así como que “los puntos se conectan hacia atrás”. Eso me parece hermoso, sólo hay que dejarse llevar. En este caso, tiene que ver con comenzar a crear con nuestras propias manos.

Clapps!_¿Qué dificultades y facilidades considerás que tiene que llevar adelante un emprendimiento de estas características? ¿Rosario es una ciudad que estimula este tipo de iniciativas?

Gerónimo_Bueno, la pregunta es un poco general. Voy a hablar de Anfibio, que es una experiencia particular. Las dificultades fueron muchísimas; en primer lugar muchas son subjetivas, la idea de que “las barreras se las pone uno” es real y eso se traslada a la producción muy seguido. Y sigue siendo una gran dificultad hoy en día, pero en eso estamos (risas). En segundo lugar, combinar técnicas tradicionales con tecnología de punta es más complicado de lo que parece. Y por último debo decir que todos los días surge alguna complicación nueva porque siempre estamos cambiando materiales o métodos. ¿Facilidades? No, ninguna. Rosario es una ciudad muy abierta al diseño y eso permite que un proyecto de estas características siga creciendo.

Clapps!_Además de la venta mediante las redes sociales a todo el país, pronto los productos empezarán a comercializarse en una óptica. ¿Cómo se dio y qué importancia conlleva el paso del «taller artesanal» a la óptica profesional?

Gerónimo_Esta es la novedad más grande de Anfibio. Nos dimos cuenta de que una parte de las consultas que nos llegaban a Instagram era: “¿Dónde tienen local?”. Fue así que nos pusimos en contacto con el Centro Óptico de Rosario para comercializar nuestros anteojos hechos a mano. Ahí nos pueden encontrar, en Mendoza 1625.

Clapps!_Además de su faceta sustentable, Anfibio prioriza un diseño juvenil en sus productos y pone énfasis en la comunicación digital, algo que ya ha sido reconocido al ser seleccionado en la Bienal de Arte Joven. ¿Qué importancia tiene participar en este tipo de eventos?

Gerónimo_Como decís, Anfibio busca un estilo de vida juvenil y aventurero que revalorice el contacto con la naturaleza. Ese mensaje parece haber sido considerado por la Bienal y sin dudas tiene gran importancia ese reconocimiento.

Clapps!_¿Qué proyectos tienen a futuro?

Gerónimo_Hacia adelante estamos elaborando nuevos modelos y explorando con nuevos materiales, pero siempre con un enfoque ambiental, porque se trata de eso; Anfibio se trata de “ver natural”.