Ubicado en la Rivera Maya, Playa del Carmen se caracteriza por aguas transparentes, arenas blancas y una agitada vida nocturna. Sus visitantes se encuentran con un paraíso para las compras y una ubicación privilegiada para conocer el resto de la península.

Tierra de aguas claras y comidas picantes, Playa del Carmen no deja de sorprender a ningún ciudadano del mundo que tenga la suerte de respirar el aroma de su mar. Viajeros europeos, norteamericanos y argentinos le dan vida a este lugar que parecería vivir casi exclusivamente del turismo; un pequeño pueblo que en tan sólo unos años se ha convertido en una glamorosa ciudad.

Argentina y México, países hermanados por el mar del Caribe

Playa del Carmen ha sido el lugar más elegido por los argentinos dentro del Caribe para vacacionar y vivir. Caminando por sus calles, y hablando con su gente, se repite una y otra vez la misma historia de vida de jóvenes de nuestro país que vinieron de vacaciones y se quedaron a vivir.

Algo de mágico tendrá su pueblo en el que se escucha más tonada argenta que mexicana. Con una vida nocturna para todos los gustos, ésta ofrece opciones con música argentina dónde los del sur se juntan a tomar Fernet. «Es que somos tantos que es un poco como estar en casa pero en el Caribe», responde un residente argentino ante la pregunta de por qué eligió Playa del Carmen. Numerosos lugares que se pueden visitar promocionan productos típicamente criollos (como las empanadas o la yerba mate) que pueblan las calles.

Los dos lados de la playa

«Playa» se divide en dos grandes áreas: Playacar, por un lado, y el Pueblo, por el otro. Playacar se encuentra en la parte sur de la ciudad. Es un barrio semi-privado, de casas lujosas y enormes cadenas hoteleras que ofrecen servicio all-inclusive. Allí se concentra casi exclusivamente el turismo junto con algunos residentes extranjeros adinerados. Suele ser el lugar elegido para vacacionar ya que es un área verde y apacible.

Para un trabajador, el alquiler mensual para vivir en Playacar resulta casi imposible de sostener. Éstos habitan en su mayoría en el Pueblo, que es donde está el centro de «Playa» y la famosa Quinta Avenida. ¨La Quinta¨, como normalmente se la nombra, es la peatonal principal del turismo y el lugar que los residentes evitan para no toparse con vendedores gritones, quienes detectan la nacionalidad de cualquier turista, e intentan persuadir con vehemencia a todo el que camina por allí. Su atractivo empieza en la entrada de Playacar y termina unas veinte cuadras después; siempre paralelo al mar.

Allí se concentran los restaurantes, las agencias que ofrecen tours y las opciones de compras que son, en su mayoría, tiendas de regalos mexicanas y cadenas de ropa extranjeras como H&M o Zara. Otra característica de la parte del pueblo es la famosa playa «Mamitas«, que se diferencia ampliamente de las aguas de Playacar. Angosta y repleta de gente, esta playa se identifica por sus fiestas durante el día y la difusión de una música constante que atrae a jóvenes de todo el mundo.

El corazón de la Rivera Maya

Desde «Playa» se pueden conocer una decena de otros lugares durante el día por su ubicación privilegiada en la Rivera Maya. A tan sólo 40 minutos al sur la ciudad de Cancún, y a una hora al norte de Tulum, permite conocer playas para hacer buceo, como Cozumel, que tiene la segunda barrera de coral mas grande del mundo, hasta las famosas pirámides de Chichen Izá tierra adentro; ideal para la exploración de la cultura Maya. Bacalar, pueblo mágico, es hogar de la famosa Laguna de los 7 colores, una maravilla natural que hace creer a cualquiera que la mira que está en presencia del mar más transparente que ha visto jamás. Los cenotes minan las tierras mexicanas y hay mas de 300 de estos pozos o abismos naturales; depósitos de agua manantial que son un gran atractivo turístico.

En fin, Playa del Carmen reúne a turistas de todo el mundo y, por alguna razón, es un lugar particularmente que atrae a ciertos argentinos que deciden bajar un cambio e irse a vivir la buena vida frente a la playa. Playa del Carmen es una pequeña burbuja aislada de la inseguridad y el narcotráfico que azotan actualmente a un país como México pero, sobre todo, un lugar paradisíaco «donde poder encontrarse».