Clapper_txt_Daiana Toledo_Dic_2018

El inicio del show del día sábado 24 de noviembre, se retrasó dos horas en Berlín por el partido River-Boca que nunca ocurrió, pero para el público de Picotto eso no fue un impedimento para ir a ver su show “Esto es Plata”. La presentación que debía iniciar a las 20 hs. da su comienzo a las 22 hs. y Picotto comienza su unipersonal blanqueando esa situación, agradece que todos hayan venido de todas maneras y empatiza con su público que más allá de los cambios de horario, estuvo presente.

El actor bonaerense del partido de 9 de Julio, además de haber estudiado teatro también es Técnico Cinematográfico, estudió producción televisiva y después periodística, del teatro saltó al Café Concert y actualmente se dedica al stand up, a generar sus propios contenidos en las redes, y a hacer reír a un montón de gente. “Empecé de muy chico, haciendo guiones de cortometrajes y grabando cortos en VHS como a los 12, y a los 14 ya era camarógrafo en el canal de mi pueblo y empecé a trabajar de eso mientras hacía el secundario, y después me fui a estudiar cine. Hace casi 27 años que empecé con todo esto. Creo que nunca hice nada tanto”, se ríe.

Pablo también es Director de Teatro, Director de stand up, y trabaja como coach de otros artistas. Fue coach por ejemplo, de Radagast en su último especial de Netflix, y en el especial de Netflix de Luciano Mellera. “El trabajo del coach es importante porque en el stand up a veces trabajás tan solo que necesitás a alguien que te devuelva la pelota un poco”.

PH Sinestésica Fotografía de Recitales

El unipersonal “Esto es Plata” hace un recorrido desde que nacemos hasta que llegamos a ser adultos, la educación por la que atravesamos y el rol del trabajo, y la necesidad impositiva de la sociedad de tener que “generar dinero” constantemente.  “El género en un principio aquí era muy plano y buscaba el efecto por sobre todas las cosas, lo digo porque estuve en ese lugar, en una etapa como “adolescente” del comediante en donde todavía tenés que comprobar si podés hacer reír. Después llega una segunda etapa en donde una vez que rectificas que podés hacer reír te preguntás: “¿Con qué quiero hacer reír?” Con respecto a esa pregunta hay un pequeño grupito del género al que pertenezco con ganas de hacer algo más, una nueva generación que busca el discurso por sobre el efecto. Ahí está lo verdaderamente interesante, porque chistes sobre supositorios podemos hacer todos, lugares comunes hay en todos lados”.

El stand up a diferencia del teatro se caracteriza por romper con la cuarta pared, habla directamente con la gente y no tiene personaje. “El que habla en definitiva sos vos, lo que estás diciendo es tu opinión, detrás de un personaje hay una cierta impunidad porque te escudás atrás del mismo, e incluso el personaje puede decir algo totalmente opuesto a lo que vos pensás. Pero en el stand up si querés hacer un chiste misógino es porque eso es lo que pensás, si apelás por el humor fascista es porque vos algo de eso avalás, sino no te reís con eso, en ese sentido sí hay que tener más cuidado en el stand up con lo que uno tiene que decir y también un poco más de valentía, tiene su complejidad pero es lo que prefiero como parte del género”.

El humorista nos habla del armado de un show como “un proceso creativo, es un proceso caótico, uno simplemente tiene ideas que no cumplen un horario y que van bajando de manera muy poco ordenada para el mundo racional. A todo ese primer proceso caótico uno no tiene que juzgarlo y tiene que tomar todo. Y después en la medida en que uno le va dando forma se encuentra con que todo en definitiva tiene cierto orden porque responden a tu imaginario de ese momento, y entonces sí descartás otras cosas que no tienen que ver con la idea que estás siguiendo. Creo en el unipersonal como una cuestión global, enmarcada y conceptual, no es un rejunte de un montón de material”.

PH Sinestésica Fotografía de Recitales
PH Sinestésica Fotografía de Recitales

Pablo improvisa en el escenario porque afirma que “el show tiene que estar vivo”. A pesar de tener el material preparado en el medio se permite volar, delirar, ir y volver. ¿Y si tuviste un mal día, te sentís bajoneado, cómo se hace? “Mi trabajo no se puede hacer con cara de culo, requiere una energía particular y a esa energía hay que saber identificarla y saber cómo recurrir a ella en un momento particular. Esa energía es tu “yo gracioso” que todos tenemos. Tenés que saber cómo ir a buscarlo y cómo ponerte en esa sintonía, y hacer un show a pesar de que te haya pasado algo o de que estés deprimido. En el momento en que se empieza a generar química con el público empiezan a pasar otras cosas”.

Picotto critica la delgada línea que hay en el stand up entre reirnos del defecto entre todos y reirnos del defecto del otro, que roza con el bullying. Ante una burla soy el primero en levantar la mano e identificarme con esa burla y burlarme de mi mismo, nunca estoy afuera. Ahí es cuando el resto también levanta la mano, pero si yo acuso, no levanta la mano nadie porque estoy afuera de esa vulnerabilidad. En el humor siempre estuvo habilitado despreciar y reirse del otro. Ahora en cambio se está transformando en una cosa más sana y menos acusatoria. El gracioso por encima de otro ya no es gracioso, y si no hay empatía no hay humor. Vos estás en un escenario más arriba, más iluminado y se te escucha más, hay una impunidad y tenés que saber usar ese poder y no abusar de él”.

Por ahora Pablo nos cuenta que está preparando un nuevo show para el verano “pero es un proceso largo y complejo, para hacer humor primero hay que encontrarse con los fantasmas de uno, aceptarlos, quererlos y transformarlos.  Lo bueno es que todavía queda mucho de Pablo Picotto, en las redes, en el escenario y en todos lados para seguir riendo y reflexionando.