Clapper txt_Eugenia Michiels

A la hora de ver una película tenemos muchas opciones para elegir: Netflix, la televisión, el clásico cine o –para los nostálgicos- alquilar una película en un videoclub. Pero ¿qué pasa cuando queremos hacer de nuestra experiencia cinematográfica un evento multi-sensorial? Para eso vamos a Ludovico.

Ludovico es un espacio de cine donde no sólo podes ir a ver una película, sino también comer rico, tomarte una birrita o escuchar buena música. Si bien el eje son las películas, sus creadores van más allá de eso y le ofrecen al público una gran variedad de opciones de entretenimiento (hasta te regalan un imán coleccionable por función).

Comenzó a funcionar en 2014 y cada año se afianza más en la escena artística de la ciudad. En un momento en que los espacios culturales están sufriendo cierres y clausuras, Ludovico sigue aportando a la cultura y ofreciendo un nuevo tipo de experiencia cinematográfica.

Desde Clapps! charlamos con Manuel Prieto, uno de los miembros de este ciclo de cine, para que nos relate en detalle de qué se trata este espacio cultural.

Clapps!_ ¿De qué se trata Ludovico?
Manuel_ Es un ciclo de cine, que en sus comienzos no tenía una orientación definida, pero que ahora tiene una dinámica de bar. Creo que eso es interesante, por la gastronomía, los shows musicales, el stand up, además de la proyección de películas. Cuando le pusimos el nombre –que es una referencia a la Naranja Mecánica de Kubrick- definimos el rumbo. Pero definitivamente la comida es una parte fundamental de Ludovico.

La dinámica de este espacio es la de ir a comer y tomar algo mientras mirás una película. Podés consumir tragos, cerveza artesanal o industrial, pizzas, hamburguesas, papas, y también hay menú para vegetarianos.

Clapps_ ¿Qué otras actividades se llevan a cabo en este espacio?
Manuel_ Los primeros años tratamos de fusionar lo que es cine con algún show especial, por ejemplo: Woody Allen y stand up, Kusturica y música balcánica, Tarantino y Band Surf Rock. Fue increíble musicalizar en vivo Tiempos Modernos de Chaplin.

Clapps_ ¿Qué criterios de selección siguen para proyectar las películas?
Manuel_ Es difícil establecer un criterio, pero básicamente son películas que consumimos. Es un punto medio entre cine de culto y cine pochoclero. En Ludovico hubo espacio para todo, desde clásicos del cine internacional como Hitchcock, Kubrick y Woody Allen, hasta películas más recientes de Tarantino o Wes Anderson.

En 2015 hicimos una fecha con Volver al Futuro 2, que coincidía con el día en que Marty McFly llegaba al futuro. Así que también hay lugar para esos clásicos ochentosos que tanto nos gustan.

También proyectamos muchas películas nacionales, algunos clásicos como Esperando la Carroza o películas más independientes. Recientemente proyectamos La Ciénaga de Lucrecia Martel, en el marco de la Semana del Cine Argentino.

Clapps_ ¿Proyectan películas o cortos locales?
Manuel_ Siempre tratamos de darle espacio a la escena local. Pasamos algunos cortos de este estilo en la previa de las proyecciones. Es algo que nos gustaría desarrollar más.

Clapps_ ¿Cómo es la respuesta de la audiencia?
Manuel_ La respuesta de la gente es realmente muy linda; se apropia del lugar, te recomiendan películas, es muy gratificante. La idea es que la gente participe en la selección de las películas. Por Facebook hacemos encuestas con alguna temática en particular, y a partir de esa votación armamos la fecha.

Hay mucha interacción con el público de Ludovico. En particular conocí muchas películas a partir de la recomendación de la gente, sobre todo del anime, que no era un mundo en el cual estaba demasiado interiorizado y ahora me encanta.

En cada función regalamos un imán de Ludovico, eso es algo muy característico de este espacio. Está buenísimo que esté Ludovico en las heladeras de toda la gente que alguna vez pisó el espacio.

Históricamente Ludovico realizó sus funciones los días miércoles. Ahora está empezando a experimentar con los jueves; así que ya sabés, si querés disfrutar de una buena película mientras comés una hamburguesa y charlás con tus amigos, podés visitar Ludovico.