Ubicado en Santa Fé al 1700 la Escuela de Danzas y Arte Escénico Ernesto de Larrechea es, sin lugar a dudas, uno de los edificios culturales más emblemáticos de la ciudad. El viernes pasado 20 de julio, y como resultado de la gestión de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, se llevó a cabo la ceremonia de re-inauguración de este maravilloso espacio para les amantes de la danza y el teatro que todxs debemos destacar.

Con una importante inversión presupuestaria de cerca de $4.500.000 (claro está que en el ámbito de la Cultura jamás podríamos hablar de un “gasto público”) a través de la recorrida Clapps! pudo conocer de primera mano algunas de las reformas edilicias que valen la pena ser visibilizadas; teniendo en cuenta que por la institución asisten hoy en día aproximadamente un total de 800 estudiantes que forman parte de las diversas disciplinas que allí se desarrollan.

Escuela De Larrechea, detalle de las obras 

En lo que se refiere a las reformas edilicias de la Escuela De Larrechea las intervenciones técnicas del edificio abarcaron una rehabilitación estructural del Gran Salón, incluyendo renovación total de cielorrasos y extensión hacia el frente con habilitación de salida de emergencia sobre calle Santa Fé.

Además, un reacondicionamiento integral del sistema eléctrico del edificio, con la utilización de materiales, equipos e instrumental bajo normas IRAM e IEC, y el reemplazo de luminarias tradicionales por tecnología led; reparación de filtraciones y humedad en muros, reacondicionamiento de desagües pluviales, sellado de grietas, reacondicionamiento de cañerías de agua corriente, reparación de cielorrasos y aberturas metálicas, y remodelación del ascensor instalado en la casa. Paralelamente, se colocaron pisos de madera entablonada en todos los salones de clase y se realizaron tareas de pintura general de la casa.

En el Gran Salón, se colocó además un tapete antideslizante – adquirido a través del Fondo de Asistencia Educativa – para la práctica de diferentes disciplinas como ballet clásico, contemporáneo, jazz, español y teatro. En nuestra recorrida, además, pudimos presenciar como indiscretos voyeurs un ensayo de danza clásica; en el cual podía sentirse el sonido  “táctil” de los pies deslizándose sobre los nuevos pisos.