PRECAUCIÓN: 4 DE CADA 10 PALABRAS SON SPOILERS, PERO SI TE QUERÉS INDIGNAR COMO NOSOTROS, SEGUÍ LEYENDO.

Netflix nos presenta la historia de Hannah Baker: Una piba de 16 años que antes de suicidarse documentó en audios 13 razones por las cuales decidió quitarse la vida, dejando una serie de indicaciones de quienes y en qué orden deben recibir las cintas. Si chicos, una persona que toma la decisión de quitarse la vida, que se supone que ya nada le importa, se toma el laburo de grabar CASSETTES en el siglo XXI para hacer un maneje que, por razones obvias, no va a poder ver.

No lo voy a negar, te engancha y para secarte la retina de los ojos durante un fin de semana está buena, pero al analizar un poco más cada uno de los 13 relatos, podemos ver una producción irresponsable, que descuida al espectador naturalizando relaciones tóxicas e imponiendo ideas un tanto machistas.

A primera vista vemos a la pobre adolescente norteamericana, víctima fatal de una sociedad podrida, donde decide quitarse la vida como consecuencia de la problemática no resuelta denominada bullying. Y si, tenía 16 años y ya no está más. También te sentís mal por los que quedaron, y se ven deteriorados: Sus padres la pasan mal, ya que perdieron a su única hija, y te pega de una forma más directa el dolor de sus compañeros porque es un bajón caer a la realidad de una forma tan dura, y viendo a la muerte como una posibilidad tan cercana en esa nube de pedos que es la secundaria.

¿Hannah Baker realmente murió por culpa de sus compañeros?

El drama inicial, que rompe con la estructura de la vida tranquila que llevaba nuestra protagonista se da cuando se fija en el chico más popular de la escuela. Hannah gusta de Justin, el típico chico cool, el deportista, quien para variar se fija en ella: la chica común y don nadie de un curso menor. Salen y chapan. El cliché aparece en los primeros 15 minutos de la serie, cuando este pibe en realidad no era un distinto, y era un salame como todos los demás: de alguna forma viralizó una foto íntima de Hannah. Ella ahora es la rapidita de la escuela, y obvio, como toda menor que abre sus piernas, debe ser castigada. En dos segundos se vuelve el centro de las burlas de forma injusta, porque Hannah Baker era virgen, y no hizo nada con Justin. Entonces no merecía tal acoso y mucho menos la muerte ¿O no?

Acá nos encontramos con uno de los errores más graves en 13 Reasons Why. El mensaje no debería ser que las palabras hieren más de lo que pensamos y que deberíamos replantearnos las burlas. No debería ser que te tenés que fijar mejor si estás molestando a alguien que por ahí no hizo nada porque si bardeás de más la otra persona se termina suicidando. Hannah no fue víctima de sus compañeros de escuela por ser acusada de forma injusta de haber tenido sexo, sino que quien realmente la mató fue una sociedad machista y opresora, donde se criminaliza a cualquier mujer por disfrutar de su sexualidad. En lugar de enseñar a no llamar “puta” a la persona equivocada, enseñemos que una mujer disfrutando de una vida sexual activa no es ninguna criminal.

El peso de los cassettes

Clay es quien en el primer episodio las recibe. Hannah era su compañera de clases y trabajo. Descubre que no es la primer persona que las escucha, y que además cada audio representa a alguien de su entorno que la dañó lo suficiente como para acabar con su vida. De todos modos, éste tarda 13 capítulos de 1 hora cada uno para terminar de oir todas las grabaciones. Se vuelve algo muy denso, y por lo tanto, Hannah y todas sus razones se vuelven un melodrama un poco exagerado que te deja con un agotamiento mental increíble, odiando a todo los personajes.

Igual un poco entendemos a Clay, una de las primeras cosas que sabemos de él es que sufre (o sufrió) problemas de salud mental. Imaginate el peso de esa especie de carta de suicidio sobre un pibe de 16 años que no cumple con su medicación. ¿Qué onda esos cassettes? Hannah responsabiliza a 13 personas por su muerte, y les envía algo así como su voz desde la ultratumba para gritarles “¡VOS ME MATASTE!”. Genera una especie de morbo que te atrapa hasta el último episodio.

Esta suerte de revanchismo genera reacciones violentas en los receptores de las mismas, incrementa el bullying entre ellos, difundiendo nuevamente fotos intimas, alcoholismo, peleas, un nuevo suicidio y una probabilidad de masacre dentro de la escuela.

Romantizar el suicidio simplemente está mal, bajo cualquier punto de vista. 13 Reasons Why crea una especie de ritual sobre esto, un montón de jóvenes frente a la pantalla de Netflix durante muchas horas que solo quiere llegar al final para ver por qué sufrió tanto la víctima y cómo por fin la misma corre hacia el encuentro con su amada muerte, quien por fin la libraría de tanto dolor.

Se estima que 350 millones de personas alrededor del mundo sufren de depresión ¿Vos decís que ayuda o perjudica a las mismas este lazo creado entre una adolescente y el “arte” del suicidio? Es totalmente irresponsable, y te aseguro que cuando terminás de ver 13 Reasons Why no tenés muchas ganas de salir a pasear el perro, estudiar para un parcial o juntarte con tus amigos. Te destroza el corazón y a más de uno nos dejó tirados en la cama.

Se tocan temas jodidos como violaciones y bullying, pero a la vez se plantea un juego enfermizo y dañino donde literalmente un personaje le confiesa en una fantasía a Hannah que la ama, a lo que ella le responde “¿Por qué no me lo dijiste cuando estaba viva?”. La vida de una persona no depende del amor de otra, no de esa forma. Se genera la idea en los adolescentes de que si no te da bola el que te gusta, ya está, es motivo suficiente para dejar de vivir. La depresión en un asunto importante que debe ser tratado por profesionales, y que no desaparece así porque si, sólo porque un nabo te dijo que te amaba en el momento indicado.

Se entiende perfectamente si muchos jóvenes tomaron la serie adaptada o el libro de Jay Asher como sostén durante momentos difíciles, pero aún así el enfoque está muy errado. Que no te vendan una historia en la que disfrutar del sexo está mal, o donde el amor de un pibe puede salvar tu vida, porque no es así. Tu cuerpo es tuyo, y no merecés el maltrato físico o mental de nadie, seas virgen o no. La única persona que te puede juzgar (y salvar) sos vos. Que no te vendan una historia machista, con relaciones tóxicas y suicidio romantizado disfrazada de cualquier otra cosa.