Clapper txt_Eugenia Michiels_Abr_2019

Itinerario de la visita de Sklar a Rosario

INFO: Miércoles 3/4 – 19 hs: Presentación del libro “Nunca llegamos a la India” + charla junto a Federico Fritschi en Casa Brava (Richieri 120)

Clapps!_ Llegás a Rosario con un taller literario y la presentación de tu nuevo libro, ¿Tenés alguna expectativa sobre lo que puede pasar?

Juan Sklar_ El año pasado viajé a Rosario con menos expectativas, como invitado a una feria, y me encontré con un taller repleto de gente; unas 150 personas asistieron a El Cuaderno Azul el año pasado. Y también encontré una sala llena para la charla que dimos con Alejandro Seselovsky. Así que este año voy con muchas expectativas, porque me dio la sensación de que Rosario es muy cálida y receptiva, tanto respecto a mis talleres como a mi literatura, así que estoy muy contento de volver, y realmente con ganas de ver qué es lo que pasa este año.

Clapps!_ ¿Qué es lo que más te gusta de “Nunca llegamos a la India”?

Juan Sklar_ Yo no sé qué es lo que me gusta más de mi libro. Pasa con los libros que, una vez que uno los termina y los publica, ya la conexión libidinal pasa por otro lado, por la recepción del público, por las lecturas, etc. En este momento no estoy leyendo mi propia novela, ya no se qué es lo que me gusta. Ahora la conexión es un poco con el público, con la crítica, con la recepción de ese libro, y por supuesto con el libro que viene, yo ya estoy escribiendo otra cosa. Lo que me convoca ahora es escuchar qué dice el público.

Clapps!_ En tu entrevista anterior para Clapps! dijiste ser un escritor “exhibicionista” y ya otras veces utilizaste el término de “adicto a la fama”. ¿Alguna vez creíste que ibas a tener el reconocimiento que tenés hoy?

Juan Sklar_ Yo no diría que soy un “adicto a la fama”, sino que soy un poco sensible al estímulo externo o a la aprobación externa, que en el fondo es un poco lo que creo que le pasa a todo el mundo. Hay gente que es un poco menos sensible, por suerte, a la aprobación externa, pero esa mirada exterior también es fuente de escritura. No diría en ningún sentido ser un adicto a la fama, sobre todo porque no soy muy famoso, entonces no podría saber qué se siente.

Por otro lado, sí me interesa el término del exhibicionismo, pero un poco del exhibicionismo que puede llevar a cabo la literatura, que es diferente a las redes sociales o diferente a otras clases de exhibicionismo. Hay algo de mostrar el corazón, que es algo que solo se puede lograr a través del arte, y en mi caso específico a través de la literatura. En el fondo, eso que comienza con el impulso de mostrar, de escribir pornografía, o de escribir la intimidad, es como un deseo de exponer los sentimientos, que en el fondo supongo que es un deseo de que esos sentimientos sean aceptados por los otros, y de yo sentirme aceptado por el mundo.Lo que sucede ahora me encanta, lo disfruto muchísimo. Si lo soñé creo que nunca pensé que iba a pasar algo así, pero porque no sé qué me imaginaba con la literatura, pero no imaginaba estas cosas, no imaginaba los viajes, las ferias de libros, no fantaseaba con esto y todo me sorprende un poco.

Clapps!_ ¿Cómo afecta la fama a tu escritura?

Juan Sklar_ Hay que balancear un poco, porque ese reconocimiento, ese estímulo externo, complica la escritura. Para escribir hay que volverse un poco hacia adentro, olvidarse del mundo y concentrarse en el interior. Si estás todo el día contestando mensajes de redes sociales es difícil escribir, entonces, en general, en mi caso por lo menos, hay que apagar el teléfono y apagar el módem para poder conectarse con otra cosa, con algo más potente o algo más sensible que lo que nos pasa día a día. Para poder ir a cierta profundidad literaria en mi caso me tengo que alejar de la mirada ajena.

Clapps!_ ¿Se escribe para uno o se escribe para el resto?

Juan Sklar_ Se escribe para uno y se escribe para el resto, las dos cosas. Es lo mismo que vestirse, te vestís y te mirás en el espejo, y te gusta tu propia imagen y cómo te queda la ropa y como lo sentís en la piel, al mismo tiempo deseás proyectar tu imagen en los demás. Uno escribe el libro y lo disfruta; para uno tiene que ser un placer, es algo que ante todo tiene que satisfacer el corazón propio, y después querés que lo lean los demás y le guste a los demás. Son las dos cosas, para mí cualquiera de las dos patas si llega a faltar la literatura se derrumba. Al mismo tiempo estar completamente o solamente pendiente del público me parece como una posición también como un poco…vamos a llamarla “prostibularia”: estoy acá para los demás, como yo no estoy preocupado por mi gozo, lo hago por los demás, por el reconocimiento o por lo que sea. Cualquiera de lasdos posiciones me parece que es estéril, y a mí lo que me interesa es la combinación de ambas cosas: del goce propio y del goce ajeno.

Clapps!_ Tenés una gran actividad en redes. ¿Disfrutás estar en contacto con el lector o es algo que te pesa en cierto modo?

Juan Sklar_ Disfruto estar en contacto con el lector, me encanta recibir esas opiniones, pero también cada tanto hay que apagar el teléfono y desconectarse un poco de eso. Disfruto profundamente recibir comentarios, pero uno no se puede quedar solo en eso o empezar a pensar lo que uno escribe para eso. Me gusta disfrutar el contacto en las redes y después ponerle un poco su freno y alejarme, seguir escribiendo. Son dos momentos del paso creativo que hay que aprender a balancear.

Clapps!_ ¿Cuándo escribís pensás en un lector ideal? ¿Ese lector estaría en tus talleres o sería uno de tus alumnos?

Juan Sklar_ No sé si un lector ideal. Lo primero que me interesa es estar conectado yo y disfrutarlo yo, si estoy sentado y me estoy embolando y me quiero matar es un mal signo. La primera prueba o el primer test para la literatura es que me convoque a mí que estoy escribiendo. Después trato de no pensar mucho en ningún lector cuando estoy escribiendo. Hay algunas voces que tengo como introyectadas, como la de mi pareja que es quien lee los textos; la voz de Josefina Licitra, que hizo un trabajo de edición en la novela y también hizo un trabajo de edición en todos mis textos de Revista Orsai, sus consejos están un poco en mi mente; después también los colaboradores de mi taller, los docentes que trabajan conmigo, que también me dan sus opiniones, también son una especie de voz en mi cabeza. Todas las personas a las cuales les pido opinión son voces que uno va incorporando. ¿Si vendrían a mi taller? Por supuesto, todos los colaboradores de El Cuaderno Azul son exalumnos, así que sí, a mí me interesa mucho la opinión de mis alumnos y mis pares, y también de los que vinieron antes que yo, la opinión de Hernán Casciari o de Josefina Licitra.

Clapps!_ A modo de cierre, ¿nos podés contar un poco acerca del taller El Cuaderno Azul? ¿Qué clase de actividades se realizan?

Juan Sklar_ El Cuaderno Azul es un taller muy divertido en el cual pueden participar tanto personas que tiene experiencia como personas que nunca han escrito nada. Es un taller de escritura en vivo, es decir, podés venir sin ideas, sin nada, a hacer juegos y ejercicios y la vas a pasar espectacular, más allá de las ideas previas que tengas o el entrenamiento previo que tengas como escritor. Las dinámicas un poco son sorpresa, entonces yo no cuento mucho porque parte de la potencia del taller tiene que ver con lo inesperado y con la sorpresa. Se van a encontrar con ejercicios que realmente los van a sorprender. Al taller puede venir tanto gente que no vino nunca a El Cuaderno Azul como gente que ya estuvo en los talleres, es decir, pueden repetir, va a ser completamente diferente, va a tener muchos segmentos diferentes. Es una actividad super inclusiva en el sentido de que puede participar cualquiera que tenga ganas de escribir.