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El Absolut Icebar es el primer bar de hielo que fue construido en  1996 en el hotel Icehotel, ubicado en Jukkasjärvi, una pequeña aldea en Suecia del Círculo Polar Ártico. Esta nueva propuesta fue construida con agua congelada que llevó el caudaloso río Torne. Este curso de agua europeo discurre por el norte de Suecia y desemboca en el golfo de Botnia, cerca de Haparanda, y tiene una longitud aproximada de 522km.

Made in Argentina

Actualmente Argentina tiene el privilegio de contar con estos bares turísticos. Se los puede encontrar en muchas ciudades de la Patagonia, como en El Calafate, y en otras regiones, como Villa Carlos Paz, en Córdoba.

El calor que hace en la región de la pampa húmeda obliga a los turistas a que se escapen a conocer otros destinos. La zona elegida es el sur del país.

El Calafate, una localidad que está ubicada en la provincia de Santa Cruz, es una de las más visitadas. Debido a sus bajas temperaturas la gente permanece día y noche abrigada. Pero eso no es un impedimento para pasear por el Yeti Ice Bar, uno de sus bares de hielo más populares, situado en Avenida del Libertador 1359. Es el primero que se ubica en el centro de la ciudad ya que ésta cuenta con otro más: Glacio Bar, a 5 kilómetros de la ciudad por el camino que se dirige hacia el glaciar Perito Moreno.

Para ingresar al Yeti Ice Bar se forman largas filas en la puerta. Una vez allí se debe transitar por tres etapas para congelarse en la caverna. Primero, para ambientarse, se debe pasar por un recinto que tiene una temperatura cálida en el que se puede degustar de bebidas calientes y pasar un buen momento. Luego, una recepcionista invita a los visitantes a una pre cámara de frío, con una temperatura promedio de 5 ºC. La misma sirve para aclimatarlos a la helada que experimentarán después en la cueva.

Los empleados del lugar brindan una charla informativa y proveen a los viajeros de un traje especial: una capa aislante con capucha, unos guantes y hasta el calzado está cubierto con crampones para no patinarse.

“Listo, pueden entrar”, dice Antonella. “Yo voy a estar en la barra”, añade.

¡Qué emoción! El frío ni se siente, pese a que está todo congelado. La temperatura es de -13 ºC. Es puro hielo: el suelo, los sillones, las paredes, sus esculturas, la barra y hasta los vasos. Pero las copas no se resbalan de las manos, solamente hay que procurar de que no se dañen.

Todo el Yeti Ice Bar está diseñado para vivir una experiencia visual inolvidable. Tiene un equipo de fotógrafos profesionales que plasman hermosos recuerdos. No hay mucho tiempo para disfrutar de esto tan original; solamente 25 minutos. Pero la gente lo aprovecha. Caminan de un lado a otro, algunos se acercan a la barra para tomar un trago, otros bailan y conversan entre ellos.

Nos intriga saber cómo construyeron esto tan fantástico. Sofía, la fotógrafa, nos cuenta que con camiones trajeron hielo del glaciar Perito Moreno y de otros glaciares. Nos explica que la temperatura se mantiene debido a que hay cámaras frigoríficas que no permiten que el frío se vaya.

Yeti Ice bar es la atractiva propuesta de dos bares en un mismo lugar. Es ideal para que los visitantes conozcan algo original de lo que jamás se arrepentirán. El Calafate fue la primera localidad en implantar en Argentina la moda de los bares de hielo. Gracias a eso no hace falta cruzar las fronteras para gozar de estas novedades insólitas.

Mirá por dentro el Yeti Ice Bar: