PH_SOFÍA MONZÓN

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Actualmente los talles que se comercializan no se asemejan a la contextura física de los clientes, sino que éstos se sienten obligados a adaptarse a lo que encuentran en dichos establecimientos, los cuales responden a estereotipos de belleza más delgados que los de nuestro país y algunos de ellos determinados conforme a sistemas de talles basados en estudios antropométricos de otros países del mundo.

Estamos rodeados de estereotipos, donde denominan cuerpos perfectos a las mujeres que cumple con medidas imposibles como lo es el famoso “90 – 60 – 90” y a los hombres se les impone que los cuerpos ideales son aquellos trabajados físicamente. Influenciados muchas veces por la televisión, las publicidades y los prejuicios, todos aquellos que se encuentran fuera de esas medidas que abarca el talle único, son los excluidos a los que muchas veces denominaron como consumidores de indumentaria de “talles especiales” otra forma de estandarizar a la sociedad.

Sobre la ley

En Argentina ya existen 14 leyes de talles regionales y provinciales, pero no hay una que se comprenda de manera nacional que unifique. Aunque en marzo del año corriente el Senado dio media sanción a un proyecto de ley que busca unificar las medidas de los cuerpos reales, se está tardando en llegar a la cámara de Diputados.

Particularmente en la Provincia de Santa Fe, la mencionada Ley de Talles especiales rige desde el año 2007 y establece que las empresas cuya actividad sea la fabricación de indumentaria femenina deberán confeccionar prendas en los talles necesarios para cubrir las medidas antropométricas de la mujer. Fue sancionada por unanimidad en el Concejo Municipal, la “ley de talles”, con el número 12.841.

La iniciativa fue llevada al Recinto por la concejala Vanesa Oddi en 2011 (Frente Progresista Cívico y Social –Partido Socialista). La misma propone la creación en el ámbito Municipal del Programa “Tu talle, ningún detalle”, con el objetivo de que los fabricantes que confeccionan y comercializan indumentaria, cumplan con lo establecido por las normativas provinciales.

El Poder Ejecutivo firmó el decreto No 3.349, con fecha 11 de octubre de 2013, para reglamentar la denominada Ley de Talles, que obliga a las industrias textiles radicadas en el ámbito de la provincia de Santa Fe a confeccionar indumentaria femenina en todos los talles. La ley original había logrado sanción en 2007 pero fue modificada en 2009. El decreto reglamentario prevé mecanismos de fiscalización sobre el etiquetado y rotulado de las prendas para verificar su control con el número.

Argentina estuvo cerca de tener una Ley de Talles nacional en 2013, cuando el senado le dio media sanción al proyecto presentado por la legisladora Roxana Latorre. Esta iniciativa, perdió estado parlamentario en agosto de 2016, la misma buscaba garantizar la existencia de una serie normalizada de talles correspondientes a las medidas corporales de la población especificada a partir del primer “estudio antropométrico” que debía actualizarse cada 10 años.

Avances para una tabla de talle unificada

Desde 2014, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) está realizando el primer estudio de este tipo en el país, para lo cual adquirió un escáner corporal 3D que está relevando las medidas corporales de hombres y mujeres de entre 12 y 65 años en diferentes regiones, cuyos resultados permitirán elaborar un sistema de talles acorde con los cuerpos promedio.

En 2016 la organización Any Body, que es una asociación sin fines de lucro que lucha porque la ley de talles se cumpla, realizó una investigación que determinó que aproximadamente 7 de cada 10 personas entre hombres y mujeres tienen problemas para comprar ropa, el 65% de las mujeres no pueden encontrar su talle en la ropa que desean, y casi el 27% de las encuestadas usa talles entre el 46 y el 52. Por esta situación, el 81% expresó que la imposibilidad de conseguir vestimenta acorde a sus medidas las hace sentir “mal”, “gorda”, “enojada”, “discriminada”, “frustrada” y “triste”.

En camino de una sociedad inclusiva

En nuestro país a pesar de encontrar muchas personas que aman su cuerpo, se aceptan y son felices con la imagen que les devuelve el espejo, en la sociedad se ve la falta de inclusión, la discriminación, exclusión y maltratos sobre mujeres, hombres, adolescentes y niños quienes terminan siendo víctimas de los famosos talles únicos o de moldes chicos, es por eso que es imprescindible la existencia de una ley nacional que regule un único sistema de medida para todos los cuerpos reales.

En la sociedad Argentina se ve en muchos aspectos la falta de inclusión, en muchos casos de ha demostrado que por un hecho meramente comercial, la mayoría de los comercios de indumentaria, no incluyen talles para cuerpos reales porque no lo ven rentable y no creen que es el público mayoritario.

Por otra parte es visible la poca cordura con la que se manejan algunas de las personas responsables de la atención al cliente en ciertos locales, mostrando la libertad de maltratar o discriminar a personas que no cumplen con la silueta estándar que impone la sociedad, así lo han dado a conocer algunas modelos Plus Size

Las personas con talles grandes, disfrutan de su vida, hay variedad de casos. Muchos son conscientes que padecen de una enfermedad la cual se denomina obesidad (la misma se genera por una mala alimentación y se transforma en una adicción a la comida) entre ellos hay quienes se cuidan y no. Otras personas ya en tratamiento con una educación en la alimentación, ejercicios y acompañamiento terapéutico, siguen teniendo talles que no entran en el estándar estipulado actualmente del 46 para arriba.

Muchas personas no pueden aceptar que las personas con sobrepeso se acepten, eso les molesta y no comprenden que sean felices fuera de los estereotipos, es necesario cambiar la mirada de esa parte de la sociedad, en el caso de los que si trabajan todos los talles saben que hay una gran demanda sobre la indumentaria. En la actualidad las marcas más reconocidas de ropas excluyen a estas personas de sus colecciones, aun en 2019 donde la inclusión es un tema muy tocado, hay que aprender a incluir a todos en esta sociedad, no solo a los que son de diversas orientaciones sexuales, sino a los que son de diversos niveles sociales, a las personas con discapacidades diferentes, a los de otras razas, etnias o países, a los que son de cuerpos diversos, porque cada persona es única y merece ser respetada.